Los que conocen en la intimidad a Marcelo Gallardo no dudan en señalar que el entrenador tiene una especial devoción por Julián Álvarez. Dicen más los allegados:
algo parecido le había pasado con Sebastián Driussi en 2014.
El Muñeco ve mucho potencial en el juvenil de 20 años, que debutó en la Copa Libertadores ni más ni menos que en la final contra Boca en Madrid y que también jugó algunos minutos en la final del año pasado frente a Flamengo, en Lima.
Y confía tanto el técnico de River en Alvarez que asoma como titular para el reinicio de la temporada que comenzará con el duelo con San Pablo en Brasil, el jueves 17.
Gallardo paró por primera vez un equipo y sorprendió: borró la línea de 5 defensores con la que jugó a principio de este año y sumó a Alvarez en el mediocampo. La mención de Driussi no es caprichosa, porque Álvarez puede dibujar un camino similar al del delantero que juega en el Zenit de Rusia.
En su momento, el Muñeco le buscó un lugar como volante al Gordo porque en el ataque había nombres de peso. Así fue que Driussi jugó más de un año como mediocampista y recién en 2017 pudo hacer dupla de ataque con Lucas Alario.
Marcelo Gallardo, con barbijo, en la burbuja de Ezeiza y con el pulgar para arriba.Foto: Prensa River
Álvarez realizó todas las Inferiores como mediapunta, pero conoce bien la función del volante ofensivo. En la Selección Sub 20 de Argentina ha jugado varios partidos recostado por la derecha. También en River hizo la banda en varios encuentros. Y en ese sector lo está pensando por ahora Gallardo, que mantendrá en el ataque a Matías Suárez y Rafael Santos Borré, con Lucas Pratto como reserva.
El River de 2019 fue el mejor de todos los River de Gallardo, unos escalones por encima del de 2014. Aquel equipo jugaba con un 4-1-3-2, con un mediocampo conformado por Nacho Fernández por derecha, Exequiel Palacios delante de Enzo Pérez y Nicolás De la Cruz por izquierda.
La partida de Palacios a Bayer Leverkusen modificó la estructura del conjunto de Núñez y ahí el Muñeco apostó por la línea de 5 defensores. Pero ahora Gallardo parece dispuesto a recuperar la estructura que más satisfacciones le brindó. Y para eso tuvo que ajustar algunas piezas.
Nacho Fernández dejará el lugar que mejor le sienta, recostado por la derecha, y se parará unos pasos por delante de Pérez, como lo hacía Palacios. Y la vacante de Fernández la ocupó Alvarez, un delantero enérgico, de movimientos interesantes y con gran capacidad para meter centros con pelota en movimiento.
En la zaga central parecen estar las dudas de Gallardo. Montiel y Casco serán los laterales y Lucas Martínez Quarta tiene el lugar asegurado. Robert Rojas, Javier Pinola y Paulo Díaz luchan por la vacante. El paraguayo fue el que mejor terminó jugando. También el Muñeco probó con Bruno Zuculini como volante tapón por las dudas de que Enzo Pérez no aguante el ritmo después de tantos días sin actividad.
HS
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