La delicada gestión de la portería de España

A Kepa le entró el gusanillo de ser portero cuando, con cinco años, le regalaron sus primeros guantes. Le quedaban enormes, pero le gustaba tanto el diseño y el color que se

negó a ir a la tienda a cambiarlos. Con ellos hizo sus primeras paradas y siguió utilizándolos hasta mucho después de llenarlos por completo con sus manos. Nunca quiso ser otra cosa que guardameta. De Gea, en cambio, prefería marcar goles a detenerlos cuando era pequeño. Pero en su caso resultó decisiva la influencia de su padre, también portero, que en los estadios se sentaba junto a su hijo detrás de las porterías para fijarse en los mejores. Sus buenas dotes bajo el arco terminaron por decidir su destino. Ambos saben que los porteros, en esto del fútbol, son diferentes al resto. Que están hechos de otra pasta. Un acierto suyo nunca lucirá lo mismo que un gran gol. En cambio, cualquier error siempre destacará mucho más que el de otro compañero, por lo que las críticas y la presión suelen ser también mayores. Pero una cosa es saberlo, y otra aceptarlo sin más. En el punto de mira De esto último, de presión, han llegado los dos con el saco cargado a esta concentración de la selección española. De Gea, con una de las fichas más altas de toda la Premier, aterrizó el lunes en Las Rozas pocas horas después de recibir seis goles con el United en Old Trafford. Un drama. Lo de Kepa es aún peor, pues lleva meses cuestionado por su entrenador en el Chelsea, Frank Lampard, que no ha parado hasta encontrarle un sustituto, el senegalés Edouard Mendy, que ha terminado por mandarle al banquillo. El vasco sigue siendo el portero más caro de la historia (80 millones de euros), pero su futuro inmediato pinta horrible. Mientras otras líneas de la selección ofrecen buenas perspectivas y emergen nuevos talentos que ilusionan a la afición, la portería sigue siendo el apartado que más dudas genera. Nada nuevo, por otra parte. Luis Enrique lo sabe bien, y por eso se esfuerza aún más en defenderles, como cuando hace un mes conminó a los periodistas a titular con «España tiene un porterazo», tras la actuación de De Gea ante Alemania. «Es una posición delicada y cuando fallan motiva machacarles», explica el seleccionador. «Pueden mejorar, pero estoy muy tranquilo con el tema de los porteros. Como entrenador me tengo que encargar de que estén en las mejores condiciones y den mejor rendimiento cuando vienen a la selección». Para ello, el técnico asturiano se apoya en Joaquín Valdés, psicólogo de la selección. El objetivo debe ser revertir cuanto antes el posible estado de ansiedad con el que llegan sus guardametas. «La selección es el momento que tienen estos jugadores para recuperar sensaciones», explica a ABC Pablo Ruiz, psicólogo deportivo de Train your Mind. «Son diez días en un entorno que les provoca tranquilidad, en el que se sienten cómodos. Luis Enrique les demuestra confianza y les permite respirar». Ruiz hace hincapié en diferenciar la situación de uno y otro. De separar lo que es una mala actuación previa, como es el caso de De Gea, a verse condenado a una suplencia sin previsible fecha de caducidad, como en el caso de Kepa: «Tras un mal partido lo que funciona es exponer al portero a situaciones estresantes durante los entrenamientos, para que cuando juegue sienta que ya las ha experimentado y tenga más sensación de control». «Recuerdo como uno de los peores días de mi vida el 0-5 que nos metió el Dinamo de Moscú en unas semifinales del Gamper», explica, ahora con una sonrisa, Miguel Reina, exportero de Atlético, Barcelona y de la selección española. «Me lo reprocharon mucho durante bastante tiempo, y la única manera de superarlo es confiando en uno mismo y siendo constante. Si se ha llegado a ese nivel es porque su calidad está fuera de toda duda». Ambos, Ruiz y Reina, reconocen que el caso de Kepa es más peliagudo: «Debe intentar alejarse lo más posible de todo lo que se habla sobre él y evitar un exceso en los niveles de estrés que afecten aún más a su rendimiento. El estrés, en sí, no es malo, pero hay que procurar no pasarse de un límite», explica el psicólogo, que también tiene claro lo que le pediría a Lampard para que la situación de su guardameta fuera menos traumática: «Al jugador hay que decirle claramente el rol que tiene y comunicarle lo que debe hacer para recuperar su estatus anterior. Tienen que ser cosas que dependan de él, objetivos a corto plazo controlables». Una portería muy segura «Por ese trance hemos pasado todos», afirma Reina. «Y yo prefería al entrenador que me hablaba directamente y me decía a la cara las cosas. Uno tiene que ser consecuente con sus errores. Yo a Kepa le recomiendo que no lea mucha prensa ni escuche las radios, que no pierda la ilusión para demostrar al entrenador que puede confiar en él». El exinternacional, pese a todo, asegura que la portería de España es de las más seguras de todo el mundo. «Y por muchos años», dice rotundo que no se olvida de Unai Simón y Pau López, dos porteros que también le ofrecen garantías. «Los porteros de la selección tienen la suerte de que es a mí a quien tienen que gustarles. Y me encantan», remata Luis Enrique, aunque eso no sirva para cerrar un debate infinito.

Fuente La Razon:

https://www.abc.es/deportes/futbol/abci-suiza-espana-delicada-gestion-porteria-espana-202010100109_noticia.html

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