Panenka llevaba tres días sin comer. Se encontraba muy débil y apenas podía respirar. Un malestar que él achacaba a un gripe invernal, pero que resultó ser coronavirus agravado con neumonía. El
checho se había acostado en la cama cuando su hijo Tomas apareció en su casa. Cuando vio el estado de su padre no lo dudó. Llamó a los servicios médicos, cuya actuación en los últimos días ha hecho que el estado de salud del exfutbolista mejore ostensiblemente. Según ha hecho público el club «Bohemians 1905», Antonín Panenka ha sido trasladado al hospital de Bulovka de Praga después de haber experimentado una clara mejoría en los últimos días. «Nos gustaría agradecer mucho al hospital Benešov por la excelente atención que brindaron a Tond a nivel profesional. Hoy lo llevarán a Praga, donde su médico quiere tenerlo bajo su supervisión», explicó la mujer de Panenka al exequipo del futbolista que se encargó de hacer público el agradecimiento. En el mismo, se cita a fuentes médicas para describir su estado como estable, una noticia positiva después de horas de incertidumbre. Por el momento, Panenka se encuentra consciente, pero apenas puede comer y está débil. Mantiene cierta dificultad para respirar y tiene fiebre, pero su estado mejora día a día. A sus 71 años, la salud del exfutbolista -el primero que se atrevió a lanzar un penalti con un sutil toque que describe una parábola suave para engañar al portero- era buena. Solía disfrutar con sus amigos jugando al golf y no tenía enfermedades crónicas.
Fuente La Razon: