Las renovaciones del Barça abren otra herida en el vestuario

La noticia llegó tarde, casi a la medianoche y aprovechando el plácido debut europeo ante el Ferencvaros. Quién sabe qué hubiera pasado con un resultado adverso del Barça ante los húngaros en

el primer encuentro de la Liga de Campeones (5-1), pero realmente ni se contemplaba, así que el departamento de comunicación del Barcelona tuvo a bien lanzar un comunicado en el que anunciaba las renovaciones de Ter Stegen, Lenglet, De Jong y Piqué. Cuatro pilares con ampliación de contrato de una tacada. Hay, sin embargo, una doble lectura en esa maniobra premeditada de Josep Maria Bartomeu. El presidente del Barça, al que le salpican todos los charcos y que él salta en ellos como si le gustara, afronta un reto mayúsculo esta semana, pues estaba previsto que se constituyera la mesa para negociar una bajada de sueldo a todos los empleados del club. Obviamente, los jugadores también van en ese saco, y de ahí que el vestuario se encendiera hasta el punto de enviar un burofax expresando su disconformidad. No todos lo firmaron (Ter Stegen, Lenglet y De Jong renunciaron a poner su nombre en la carta), otra prueba más de la desunión que existe en esa plantilla. Los jugadores ya habían dicho que no acudirían a esa mesa de negociación y llama poderosamente la atención que lleguen estas renovaciones en cadena justo ahora que se anuncian recortes. Unos han ido a lo suyo y otros aparentemente llaman a la unidad para hacer frente a la empresa, pero acaban pensando igualmente en sus propios intereses. Está ahí el caso de Piqué, quien ha sido crítico con la gestión de Bartomeu y ahora acepta prolongar su vínculo con el club. La idea es que se rebajen ahora las fichas y aumenten después esperando a una mejora de la situación tan dramática que ha provocado la pandemia, una herencia para la próxima junta directiva. Porque no hay que olvidar que a Bartomeu le quedan cuatro tardes y todas las decisiones que tome en estos meses repercutirán en el próximo gobierno de la entidad. Pilares del equipo Gerard Piqué (33 años) acababa contrato en 2022 pero atendiendo a los problemas que tiene el club para encontrar un central, han decidido renovarle, lo que ha permitido también poder distribuir su ficha entre las temporadas que militará en el club. El catalán firmará hasta 2024, manteniéndose su cláusula de rescisión de 500 millones de euros. Eso sí, todo está supeditado al número de partidos que juegue la próxima temporada. Especial importancia tiene la renovación de Ter Stegen. El portero alemán, que acaba contrato en 2022, ahora tiene firmado con el Barça hasta 2025. El meta aumenta su cláusula de rescisión, que era de 180 millones, hasta los 500 millones. Stegen se convertirá en el portero mejor pagado del mundo, con una ficha que rondará los 18 millones de euros, aunque lo irá percibiendo de forma creciente. Lenglet, que tenía contrato hasta 2023, firma hasta 2026 con 300 millones de cláusula. Estando en su tercer año de contrato, y dado su buen rendimiento, la lógica negociadora del club recomendaba renovarle en esta campaña. Sus dos temporadas anteriores en el club, al que llegó en 2018, han sido notables. El acuerdo con Frenkie de Jong es más sorprendente porque firmó en 2019 y, habiendo dado la palabra entonces hasta 2024, no se hacía necesario ampliarle el contrato y no había peligro de que pudiese marcharse. Sin embargo, dado que se considera un jugador de mucho futuro, se ha decidido ampliar el vínculo con él y alargar su contrato hasta 2026 con 400 millones de cláusula. Así el jugador se asegura una relación más larga con el club y más dinero, mientras que el Barça puede pactar con el holandés, lo mismo que con Ter Stegen y Lenglet, pagar menos en la actual campaña, que es la más impactada por la pandemia.

Fuente La Razon:

https://www.abc.es/deportes/futbol/abci-renovaciones-barca-abren-otra-herida-vestuario-202010211110_noticia.html

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