Piqué, en la recta final de su recuperación

Ronald Koeman empieza a respirar aliviado, no solo por ver cómo los resultados empiezan a llegar y sus futbolistas ofrecen el resultado que esperaba, sino también por comprobar cómo la enfermería empieza

a aligerarse. Si este pasado domingo fue Sergi Roberto el que pudo volver a jugar tras más de dos meses sin poder vestirse de corto por un problema muscular, ahora ha recibido con esperanza la información de los servicios médicos, que ven factible que Gerard Piqué pueda volver a jugar en un plazo de dos semanas. Al menos, esta es la intención del futbolista, que querría estar presente en la ida de los octavos de final de la Champions League ante el PSG, encuentro que se disputa el próximo 16 de febrero. En el club azulgrana no esperaban que Piqué pudiera volver a jugar hasta el próximo mes de abril pero el futbolista, que no ha sufrido lesiones graves durante su carrera profesional, ya ha empezado a correr después de que el pasado 21 de noviembre se doblara la rodilla en el Wanda Metropolitano ante el Atlético de Madrid. Entonces tuvo que retirarse con evidentes signos de dolor y con la percepción de que debería pasar por el quirófano ante el ángulo imposible que adquirió su articulación tras un choque con un futbolista rojiblanco. El central, que consultó a diversos doctores, rehusó someterse a una intervención quirúrgica para solventar un esguince de grado tres en el ligamento lateral interno y una lesión de ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Se puso en manos del equipo del doctor Ramón Cugat para someterse a un tratamiento de factores de crecimiento, que parece haber dado el resultado esperado. Piqué optó por este tratamiento conservador para poder volver a jugar esta temporada y, según diferentes informaciones, estaría en disposición de jugar durante este mismo mes de febrero, aunque deberá recibir el visto bueno de los médicos. Hay que destacar que aunque no ha tenido lesiones graves, Piqué cumplirá hoy 34 años, una edad en la que hay que eliminar riesgos de recaída, ya que podría abocar al futbolista a una retirada prematura, a pesar que recientemente renovó su contrato hasta el 30 de junio de 2024. Con la recuperación del catalán, Koeman solo tendría a dos futbolistas con lesiones de larga duración: Coutinho, que padece una lesión en el menisco de la que fue operado y que le mantendrá aún dos meses más de baja, y Ansu Fati,que en noviembre se rompió el menisco interno, por lo que no se le espera hasta mediados de marzo. De hecho, se especula con la posibilidad de que el delantero pudiera jugar la vuelta de la eliminatoria europea ante el PSG.