El disfraz copero del Madrid acaba con el Valencia Basket

La Copa, sin público, no es la Copa. Le falta el colorido de las gradas y el aliento de los aficionados. Los bailes y las charangas. La convivencia entre seguidores de toda

España unidos por la canasta. El alma. Lo que no cambia, con público o sin él, es la versión competitiva del Madrid a la hora de la verdad. Soberbio por momentos el conjunto de Laso, que se llevó por delante al Valencia Basket y que se medirá el sábado al Tenerife en semifinales. Las desangeladas calles cercanas al WiZink Center no hacían prever que la Copa estaba a punto de alzar el telón. Una sensación extraña que no cambiaba dentro a pesar de que la ACB se había esmerado por conseguir que el calor de los aficionados se notara en el pabellón y que todo recordara a la fiesta del baloncesto. Era todo tan raro, que hasta el partido se contagió de ese ambiente. Porque no había pasado medio minuto y Tavares –con una falta muy rápida– ya había dejado su sitio a Felipe Reyes, al que las bajas del Madrid le habían hecho un sitio en la convocatoria. El capitán, que apenas había contado para Laso en toda la temporada, se veía de repente en la pista en su vigésima Copa del Rey y no falló, liderando el parcial que puso al Madrid diez arriba mediado el primer cuarto (21-11, min. 7). No volvería a jugar el cordobés, pero su huella ya estaba marcada en el torneo. De repente, los blancos habían aparcado las dudas con las que llegaban a la Copa, trasladándoselas a su rival, que no encontraba la manera de perforar el aro del Madrid. Otra vez engrasado con los títulos en el horizonte, el equipo de Laso sacó su carácter a relucir para poner tierra de por medio (38-22, min. 15) con un excepcional Deck, autor 13 puntos en la primera mitad. Funcionaba el Madrid y lo hacía sin sus referentes, con Tavares viendo el choque desde el banquillo y con Llull esperando su oportunidad junto a él. Remontada sin premio Ponsarnau encontró en Tobey el único remedio al naufragio naranja y a él se agarraron como si fuera un salvavidas. El pívot mantuvo en el partido al V alencia, que fue recortando la diferencia poco a poco hasta dejarla en solo siete puntos justo después de la segunda fugaz aparición de Tavares, que en su regreso a la cancha no tardó ni quince segundos en hacer una nueva falta y volver a enfilar el banquillo. Sin él, el Madrid jugó extrañamente bien, algo que no había ocurrido durante toda la temporada. Tanto, que al descanso mandaba con una autoridad inesperada (49-34). Thompkins alargó ese liderazgo en la reanudación (59-38, min. 24) y puso tan cuesta arriba el partido que obligó al Valencia a buscar un milagro. Creyeron en él Prepelic y Van Rossom, protagonistas de un parcial exprés de 15-0 que volvió a meter a los naranjas en el partido (59-53, min. 29). Volaba el conjunto de Ponsarnau, que inexplicablemente mandó al banquillo al base belga. Su ausencia relanzó al Madrid, acunado por las canastas de Deck y la templanza de Thompkins (23 puntos). Seguro en su disfraz copero. Manteniendo la calma para controlar los envites hasta encargar un sitio en semifinales. Ahí espera el Tenerife, que se deshizo del Burgos en cuartos y que espera ahora dar la sorpresa ante los blancos.

Fuente La Razon:

https://www.abc.es/deportes/baloncesto/abci-realmadrid-valencia-copa-acb-202102111938_directo.html

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