Simeone tiene motivos para sonreír ante el derbi. Después de muchas semanas pasándolo realmente mal para juntar dieciocho futbolistas sanos en una convocatoria, el técnico argentino se congratula por contar con el
grueso de su plantilla. Están todos disponibles salvo Giménez y el mexicano Herrera, baja de última hora por motivos personales. Carrasco, Lemar y Trippier han sido los tres últimos en incorporarse al trabajo del equipo y tienen el visto bueno para jugar frente al Madrid. De todos, quizás sea el inglés al que más se ha echado de menos. Primero, por ser la baja de mayor duración. En total, el lateral se ha perdido once partidos desde diciembre. No fueron de forma consecutiva porque en enero sí pudo jugar ante el Sevilla, pero su sanción ha coincidido con la peor racha de los rojiblancos en toda la temporada. Varias alternativas Sin Trippier en el carril derecho el Atlético encadenó nueve partidos consecutivos encajando goles, incluyendo el encuentro ante el Chelsea en los octavos de la Champions. Simeone debió buscar alternativas que no han terminado de convencer. A Vrsaljko hubo que activarle de inmediato pese a estar recién recuperado de una lesión de rodilla. El croata apenas había podido disputar siete partidos en los dos últimos años y antes de convertirse en titular ante el Getafe su única aportación este curso habían sido quince minutos en Copa ante el Cardassar. Fue la primera solución de urgencia, pero su físico a día de hoy le limita. En ese costado Simeone probó también a Carrasco justo antes de que el belga contrajera el coronavirus, así que el siguiente comodín fue Marcos Llorente. El madrileño se estrenó en esa posición ante el Cádiz con muy buen rendimiento, aunque los cambios de Simeone provocaron que en ese mismo partido jugara también de interior e incluso de segundo punta. A partir de ahí se asentó en esa posición, actuando incluso de lateral cuando el equipo mutaba su sistema a una defensa de cuatro. Simeone siempre ha reconocido como una virtud la polivalencia que le aportan algunos de sus jugadores. Y Llorente es uno de los que mejor se adaptan a cualquier ecosistema. Pese a todo, el argentino ha reconocido en varias ocasiones que mantenerle lejos de la portería es un regalo para los rivales, sobre todo cuando exhibe un estado de forma tan colosal. Con el regreso de Trippier, y también el de Carrasco a la banda izquierda, se abre de nuevo la posibilidad a que Llorente se sitúe en una posición más adelantada y a que el Atlético recupere el traje con el que más cómodo se ha sentido este curso. La única duda ahora es si jugará en el medio o lo hará acompañando a Luis Suárez en el ataque colchonero. Dependerá de los planes que tenga Simeone con el díscolo Joao Félix tras la rabieta de la semana pasada.
Fuente La Razon: