Shaw, de una posible retirada a verdugo del City

Una larga carrera por el perfil izquierdo, con un tren inferior que bien podría pertenecer a los típicos zorros que habitan la campiña inglesa. De esta manera anotó el segundo gol para

el Manchester United en el Etihad Stadium ayer Luke Shaw. Era el definitivo 0-2 y Guardiola veía como su impresionante récord de victorias (21 consecutivas) se detenía, no así su ventaja en la Premier, pues el equipo dirigido por el catalán es líder y con 11 puntos de ventaja sobre su perseguidor, el mismo United. El equipo parece haber encontrado en el noruego Solskjaer un líder al que seguir, sin mucha experiencia ni un profundo conocimiento del juego, pero un líder al fin y al cabo. Ningún entrenador en la historia de los ‘red devils’ había ganado sus tres primeros partidos en casa de su enemigo y vecino. Más buenas noticias. Pero es en Shaw donde la rotativa se detiene ligeramente. El lateral pasó en escasos años de ser una de las grandes promesas del fútbol inglés a un incordio que cuadrar en las rotaciones del United. Su gol y carrera de ayer, una segunda oportunidad aprovechada. El lateral fue parte de esa buena camada que dio el Southampton allá por el 2013. Jugadores como Chambers, Lovren, Fonte, Wanyama, Schneiderlin, Lambert o Lallana propiciaron que el equipo, junto la dirección de Mauricio Pochettino, acabase de octavo en la Premier. Tras la llamativa actuación, los grandes de la liga despedazaron el once titular en el mercado de fichajes, hipnotizados por el joven talento y con un músculo económico que dejaba al Southampton sin demasiadas posibilidades de contraataque. Shaw acabó en el United, el más grande, dirigido por Ryan Giggs. Pero hay que avanzar un año para comprender la importancia del gol que anotó ayer el jugador. En 2015, en un partido de Champions League en Eindovhen, Shaw recibió una entrada del central mexicano Héctor Moreno y holló un ‘crack’. Se rompió tibia y peroné y la imagen dio la vuelta al mundo porque al inglés lo tuvieron que sacar del campo rodeado de artilugios médicos. «De haber vuelto a Mánchester aquella noche habría perdido la pierna». Más de 300 días de baja y una confianza en su cuerpo bajo mínimos fue lo que obtuvo Shaw por aquella jugada, además de un paso casi de puntillas en el equipo titular en los años venideros. Esta temporada, en cambio, es el sexto jugador del United que más minutos acumula en la liga. Un quehacer fortificado por el gol de ayer. El hombre que tumbó al City dirán los más entusiastas. O simplemente, un chico que demostró que aún puede lucir en el fútbol de alto nivel.