Su vida se ha convertido en un vía crucis del que quiere salir. Se ha lesionado diez veces en dos años y se ha perdido 47 partidos en estas dos temporadas. Eden
Hazard ha caído en esta crisis física por culpa de dos fisuras de peroné que cortaron su carrera y le hicieron entrar en una serie de dolencias musculares que se producían por no forzar la pierna afectada por las lesiones óseas. Su último contratiempo ha sido la rotura del recto anterior izquierdo el 3 de febrero y ya está apto para jugar. Zidane medita darle minutos ante el Elche el sábado, al lado de Benzema. El belga le ha dicho que quiere competir el martes frente al Atalanta. Ramos también está listo. Desde julio de 2019 ha soportado diez lesiones, dos óseas y ocho musculares, que le han privado de disputar 47 partidos. Quiere dar un golpe de timón a esa mala racha El entrenador del Real Madrid no desea arriesgar con él, pero puede otorgarle minutos en ambos encuentros, especialmente en la Champions. Su anhelo por jugar cuanto antes le hizo forzar en sus entrenamientos y hace dos semanas se sintió peor. Hubo un parón. Ha trabajado con menos precipitación y ya está listo. El programa que Zizou ha planificado es que la estrella, que no ha podido demostrar su nivel en el Real Madrid, se incorpore paulatinamente al once, con el reto de ser titular y más importante para el equipo en cuestión de tres semanas. Hazard quiere cambiar esta historia, su historia en el Real Madrid. Su peroné ha sido la clave de su falta de rendimiento. El madridismo quiere ver al verdadero Eden. Al que disfrutaron en el Chelsea. No lo han visto hasta hoy. La Champions es su objetivo. Quiere decidir algún partido, una eliminatoria, en la competición continental. Volver a ser. Ser. Tiene tres meses para cambiar una sensación de fracaso. Los médicos han aconsejado al técnico francés que le vaya dando minutos de forma progresiva. Por ello, puede que tenga protagonismo en las segundas partes ante el Elche y el Atalanta. El belga está ansioso de volver a jugar y dejar atrás esa nueva lesión muscular. Su conexión con Benzema es espléndida. Sus recaídas han producido en su cabeza un problema anímico, psicológico, de miedo al retorno, que empieza a superar. Ahora se le ve con más ganas, sin temor de volver. Es un comienzo del cambio que pretende.
Fuente La Razon: