El Kun Agüero pasa sus peores momentos en Inglaterra, país al que llegó hace ya nueve temporadas, con apenas 23 años cumplidos, y donde ha logrado hacerse un hueco entre los mejores
jugadores extranjeros de la historia de la Premier League. El argentino no ha gozado de continuidad este curso, en el que las lesiones y la alta competencia en el ataque de los ‘citizens’ le han relegado a un puesto secundario en la plantilla. Agüero, además, termina contrato en junio y ha pocas probabilidades de que el City le haga una oferta convincente para renovar. Su futuro está lejos de Manchester. Todo este cóctel vivió ayer un capítulo adicional en la vuelta del duelo de Champions entre el City y el Borussia Monchengladbach. Agüero, en el banquillo de inicio, disputó los últimos 17 minutos, con la eliminatoria ya resuelta, y al acabar, camino de los vestuarios, se le escuchó quejarse por de sus compañeros: «No me pasan la pelota».<blockquote class=”twitter-tweet” data-width=”550″><p lang=”en” dir=”ltr”>"They aren't passing the ball to me" <a href=”https://t.co/XMLKkDtWDp”>pic.twitter.com/XMLKkDtWDp</a></p>— (@mcfcmvd) <a href=”https://twitter.com/mcfcmvd/status/1371959297509314562?ref_src=twsrc%5Etfw”>March 16, 2021</a></blockquote> <script async src=”https://platform.twitter.com/widgets.js” charset=”utf-8″></script> Los datos dan la razón a Agüero. En ese cuarto de hora largo que permaneció en el campo solo interactuó con Zinchenko, otro de los jugadores de refresco que metió Guardiola en la segunda mitad. Fue el único que jugó con su compañero argentino: tres pases en total, todos ellos en corto. El resto de jugadores, o no vieron o no quisieron combinar con Agüero, que terminó el encuentro con el resto de estadísticas a cero, ni disparos a puerta, ni faltas ni nada más que aportar. Así, tras acabar el partido, mientras sus compañeros celebraban el pase a cuartos sobre el césped, Agüero se dirigió con gesto serio hacia el vestuario. Fue allí donde le interceptó un miembro del staff del City para preguntarle qué le pasaba. La queja del argentino abre una pequeña grieta en un equipo encaminado esta temporada a ganar la Premier y con grandes expectativas en la Champions.
Fuente La Razon: