
Madrid – Un día después de haber rechazado una invitación del líder conservador, Alberto Núñez Feijóo, a un diálogo destinado a permitirle al Partido Popular la formación de un Gobierno en minoría, el socialista Pedro Sánchez reivindicó ayer su derecho a conformar con agrupaciones menores “una amplia mayoría” social que le permita permanecer cuatro años más en el poder.
Así lo dijo en un video que posteó en sus redes sociales, en el que señaló que, dado que “los que proponían la derogación y el retroceso no son mayoría”, en alusión al PP y al partido de ultraderecha Vox, buscará traducir “una amplia mayoría social” que optó en los últimos comicios por ofertas de izquierda o de centro izquierda en una “mayoría parlamentaria” para habilitar una nueva investidura.
En las elecciones del 23 de julio anticipadas por el propio Sánchez tras el descalabro de su Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en las regionales, Núñez Feijóo obtuvo una amplia victoria, aunque sin alcanzar la mayoría de bancas en el Congreso de los Diputados que le permita formar una mayoría de gobierno. Ese objetivo le resulta esquivo incluso si rompiera con un tabú político y aceptara formar una alianza con la ultraderecha, que perdió votos y bancas, justamente, a manos del PP.
Ignorando los reclamos del PP a rectificar “el portazo” que Sánchez le dio a las pretensiones de Núñez Feijóo de reunirse para asegurar la “gobernabilidad” de una administración conservadora en minoría, el secretario general del PSOE reivindicó su derecho de buscar una nueva investidura junto a sus aliados actuales, partidos de izquierda como Sumar o nacionalistas como los catalanes y los vascos.
“Estoy convencido de que existe una amplia mayoría social para seguir avanzando”, dijo el presidente del Gobierno en funciones. Según él, es posible ampliar esa mayoría social para incorporar a personas que “se fueron distanciando del Gobierno progresista por la fatiga de estos años tan duros o como consecuencia de la intensa propaganda desplegada por el dúo PP-Vox”
“Toca ahora traducir esta mayoría social en una mayoría parlamentaria en el Congreso de los Diputados, y es lo que vamos a hacer cuando se constituyan las Cortes: trabajar para una investidura que nos permita seguir avanzando cuatro años más”, sentenció.
Tras recordar que su primer mandato estuvo cruzado por las dificultades de la pandemia, la guerra en Ucrania y “otros contratiempos y calamidades” a las que debió enfrentar para proteger “empresas, salarios y pensiones”, Pedro Sánchez aseguró que se abre ahora un “horizonte diferente”.
Así, prometió consolidar el crecimiento económico –uno de los más sólidos de la eurozona, con proyecciones de 2% para este año y el próximo–, reindustrializar España, alcanzar el pleno empleo y avanzar en nuevos derechos sociales.
Recuento
El escrutinio de los votos de los españoles que viven en el extranjero, que finalizó el domingo, le quitó un diputado a los socialistas y se lo otorgó al PP, y aunque los primeros siguen siendo favoritos para formar Gobierno, ahora se le suman nuevos requisitos.
Tras el recuento, el PP pasó de 136 a 137 diputados y los socialistas de 122 a 121, ambos lejos de las 176 bancas que les darían mayoría absoluta en el Congreso y que son necesarios para formar gobierno en una primera ronda de votación.
En caso de que ninguno de los espacios alcance la mayoría absoluta, como se descuenta, los candidatos pasan a una votación cuyo requisito es ya no la mayoría absoluta, sino una mayoría simple, es decir, contar con más votos afirmativos que negativos. Para ello son fundamentales las abstenciones que se pueden producir.
Antes del cambio por los votos en el extranjero, la suma de PP (136), con la ultraderecha de Vox (33) y Unión del Pueblo Navarro (1) quedaba en los 170 escaños, mientras la del bloque de la izquierda alcanzaba los 172, gracias a los 122 que se calculaban para el PSOE más sus aliados de gobierno Sumar (31), además de Esquerra Republicana de Catalunya-ERC (7), los vascos de EH Bildu (6), Partido Nacionalista Vasco-PNV (5) y Bloque Nacionalista Galego – BNG (1).
Ahora, el bloque de la izquierda con independentistas y nacionalistas se quedaría en 171 bancas, igual que las que alcanzaría el bloque de la derecha, añadido ya el diputado que gana el PP.
Por ello, Sánchez ya no puede lograr ser investido con la mera abstención de los independentistas catalanes de derecha Junts (7), a no ser que la única diputada electa de Coalición Canaria (CC), Cristina Valido, vote a favor del bloque de izquierda.
Así, seguiría bastando con la abstención de Junts, los independentistas catalanes de derecha referenciados en Carles Puigdemont, refugiado en Bélgica desde el fracaso de la intentona independentista de 2017, para ser elegido por mayoría simple en una segunda votación de investidura.
Sin embargo, Valido reiteró que no apoyará ninguna fórmula en la que participen Vox o Sumar.
Puigdemont, que en junio llegó a decir que Sánchez no repetiría en el poder “con los votos de Junts”, supedita ahora sus votos a que el líder socialista negocie una resolución del “conflicto como el que existe entre Cataluña y España”.
Si ninguno de los dos bloques logra una mayoría para formar gobierno, el país se verá obligado a repetir elecciones, probablemente a fines de año, como ya ocurrió en 2016 y 2019.
Fuente Ambito