
Santiago Moreno Charpentier, más conocido como Chano, fue procesado sin prisión preventiva por abuso sexual agravado contra su expareja, Militta Bora, por una denuncia que realizó en 2016 y que se reabrió en 2018. La cantante, con muchísima cautela, se refirió al tema.
“Las cosas de la Justicia, en la Justicia. Yo no hago show con las cosas que pasan. Las manejo en los lugares correspondientes”, aseveró la cantante en A la tarde (América), sobre la denuncia que realizó por los hechos que ocurrieron cuando convivían en una casa de Saavedra.
“La información rendida en el sumario, analizada a la luz del sistema de la sana crítica con el que nuestro ordenamiento en la materia autoriza valorar la prueba colectada, resulta suficiente para acreditar no solo la materialidad del hecho investigado, sino también para vincularlo de modo incriminante con Moreno Charpentier”, fueron las palabras del juez Luis Schelgel en el fallo donde dictó el procesamiento sin prisión preventiva, información que reprodujo La Nación.
La denuncia de Militta Bora contra Chano
En 2018 la cantante remarcó: “Fui víctima de una violación y sufrí violencia física y psicológica en muchas ocasiones. La violación fue en una de las últimas peleas que tuvimos. Él estaba muy drogado entonces me encerré en un cuarto a esperar a que se durmiera así yo me podía ir, porque no me dejaba. En un momento, en la madrugada, me forcejeó tanto que me marcó todos los brazos”.
“Una vez me agarró del cuello y me puso contra la pared, acusándome de que quería seducir a su asistente. Una vez me ató la cabeza con una sábana. Me decía que se iba a encargar de que yo no laburara nunca más, y que era impune porque había salido impune de los choques. Yo llamaba al 911 y cuando llegaba el patrullero me hacía decirles que no había pasado nada, que era solo una pelea de pareja”, agregó la víctima.
En el fallo, el magistrado remarcó que “lo que sí se ha acreditado es que en el marco de violencia en el que se desarrolló el vínculo entre ellos, era Moreno Charpentier el que tenía atemorizada a Bora con perjudicarla laboralmente”.
“Esto, de hecho, y más allá `de las dificultades que atravesó para reconocer la naturaleza delictual de los hechos padecidos` es un dato contundente para explicar y entender por qué Bora demoró dos años en radicar su denuncia”, precisó Schelgel.
En su momento el caso había sido cerrado primero sin siquiera llamar a la artista a declarar.
Después, cuando Bora se presentó y contó con detalles lo ocurrido, mostró fotos y ofreció testigos, la cerraron nuevamente porque ya lo habían decidido antes.
Sin embargo, la Cámara del Crimen convalidó todo y la querella fue la que llevó el debate a Casación, que sostuvo que tanto los camaristas como el Juzgado número 46 ya no podían intervenir y ordenó que todo vaya a otro juzgado para ser finalmente investigado.
Fuente Ambito