
La huelga iniciada el viernes por los trabajadores de los tres principales fabricantes de automóviles de Estados Unidos se prolongó ayer por cuarto día consecutivo, en medio de las negociaciones para alcanzar un acuerdo, y el sindicato advirtió que “la pelota” está del lado de las empresas.
El sindicato United Auto Workers (UAW), que representa a casi 150.000 trabajadores de la industria automotriz estadounidense y que inició a primera hora del viernes una huelga contra General Motors, Ford y Stellantis, los llamados Tres Grandes, continuó ayer con la medida de fuerza.
“Hemos tenido conversaciones mínimas durante el fin de semana. Así que, la pelota está todavía en su campo. Vamos a seguir avanzando como hasta ahora y ver cómo progresan las cosas”, dijo hoy el presidente de la UAW, Shawn Fain, a la radio pública NPR.
Casi 13.000 trabajadores abandonaron tres fábricas de General Motors en Missouri, de Stellantis en Ohio y parte de una planta de Ford en Michigan, que fueron las primeras en unirse a los piquetes.
Fain dijo que el sindicato quería empezar a negociar sustancialmente hace dos meses, pero las empresas esperaron hasta justo antes de que expiraran sus contratos la semana pasada para “realmente empezar a hablar de verdad.”
“Nos queda mucho camino por recorrer”, dijo. “Y si la empresa no respeta las reivindicaciones de nuestros trabajadores, entonces intensificaremos las acciones”.
La UAW mantuvo conversaciones con Ford el sábado, con GM el domingo y tenía previsto reunirse con Stellantis
hoy, según informó una fuente sindical a la televisora ABC News.
Las conversaciones con Ford fueron “razonablemente productivas”, dijo la fuente.
Los puntos conflictivos de las negociaciones fueron los aumentos salariales y la duración de la semana laboral.
El sindicato exige un aumento salarial combinado del 46% a lo largo de los cuatro años de duración de un nuevo convenio, así como una semana laboral de 32 horas con un salario de 40 horas.
Fuente Ambito