En la Sección Oficial se verán la argentina “Elena sabe”, drama de Anahí Berneri, y la comedia estadounidense “LaRoy”, de Shane Atkinson .
Mar del Plata – Hoy comienzan las competencias del festival marplatense. La Oficial lo hace con dos títulos fuertes: “Elena sabe”, de Anahí Berneri, con Mercedes Morán, Erica Rivas y Miranda de la Serna, adaptación de la novela de Claudia Piñeiro donde una mujer con Parkinson investiga la muerte de su hija, que según la versión oficial se ha suicidado, y “LaRoy”, de Shane Atkinson, comedia de equívocos que viene de ganar el Premio del Público y el Especial del Jurado en Deauville. Ahí es un hombre el que podría suicidarse, pero justo le sale un trabajito como killer. Según parece, es un canto a la vida.
En siguientes jornadas se verán “Animal/Humano” (Alessandro Pugno, vida de un niño y un becerro que al crecer se enfrentarán en el ruedo), “Arthur & Diana” (Sara Summa, road movie jugado por la directora, su hermano y una niña), “Kinra”, (Marco Panatonic, drama de soledades rodado en Cusco y cercanías), “Mimang” (Kim Taeyan, paseos sentimentales de una pareja por Seul), “No voy a pedir a nadie que me crea” ( Fernando Frías de la Parra, próximo a viajar a Europa un inocente mexicano recibe un encargo de la mafia), “Seagrass” (Meredith Hama-Brown, una mujer afronta la muerte de su madre y la crisis de su matrimonio), “Ubu” (Paulo Abreu, el “Ubu Rey” en versión portuguesa) y las argentinas “Las almas” (Laura Basombrio, misterios de la Puna Salteña) y “Partió de mí un barco llevándome” (Cecilia Kang, mirada actual al drama de las mujeres coreanas esclavizadas por el Ejército Japonés durante la II Guerra).
También las otras Competencias empiezan pisando fuerte. La Argentina, con el road movie de música klezmer “Adentro mío estoy bailando”, de Leandro Koch y Paloma Schachman, coproducción con Austria, donde una clarinetista y su enamorado visitan aldeas perdidas en busca de algo que se va perdiendo. La Competencia Latinoamericana abre con “El viento que arrasa”, de Paula Hernández, donde un fanático pastor evangelista encarnado por Alfredo Castro intenta evitar que su hija adolescente tome decisiones propias y levante vuelo. Este fin de semana se suman “El castillo”, de René Benchimol, sobre la mujer que heredó de su patrona un caserón con forma de castillo en plena pampa (film ya galardonado en Guadalajara, Hong-Kong y San Sebastián), “Crowra”, de Nader y Salaviza, los mismos de la hermosa “Chuva é cantoría na aldeia dos mortos” y el western “Los colonos”, de Felipe Gálvez, donde tres tipos sin escrúpulos deben limpiar de indios un territorio. Y, en la Competencia Estados Alterados, el español “Sobre todo de noche”, de Víctor Iriarte, con el encuentro de una madre biológica y una madre adoptiva, encarnadas por Lola Dueñas y Ana Torrent. Según el autor, no es un melodrama, aunque algo tiene.
Eso, en cuanto a las competencias. Aparte, en paralelas, se presenta “Amor y cine”, de Victoria Carreras, tributo al cariño de su padres, los populares Enrique y Mercedes Carreras. Con esta obra Victoria completa una cálida trilogía de recuerdos familiares, iniciada con “Merello x Carreras” (Tita era como de la familia) e “Hijas de la comedia” (Mercedes, María, Marisa y la propia Victoria). Esa película promete nostalgias y alborozo. En cambio, “Le roi des Aulnes”, de Marie-Louise Iribe, auténtica rareza de 1931, promete una certera angustia, ya que ilustra el poema de Goethe sobre un niño asediado por seres fantasmales mientras cruza el bosque con su padre. No es un canto a la vida.
Dicho sea de paso, en tiempos del cine mudo Iribe fue actriz, directora, e incluso productora de su cuñado Jean Renoir. También fue fugaz esposa de André Roanne (tres años) y Pierre Renoir (cuatro), pero esa es otra historia.
Fuente Ambito