El día llegó. Javier Milei juró ante la Asamblea Legislativa y es el nuevo presidente de la República Argentina. Esta tarde, Milei asistió a la Catedral Metropolitana ubicada frente a Plaza de Mayo, en la intersección de la calle San Martín y la Avenida Rivadavia.
Durante la tarde recibió a las delegaciones internacionales que asistieron a su asunción y, a las 17.30, les tomó juramento a su Gabinete de ministros a puertas cerradas y sin acceso para la prensa.
Está pautado que en la celebración estén presentes los representantes de las diferentes religiones con mayor tradición y más fieles en el país, que harán su propia invocación a Dios junto al monseñor Jorge García Cuerva, asumido en mayo como arzobispo de Buenos Aires.
Javier Milei en la ceremonia interreligiosa en la Catedral: qué se sabe hasta ahora
La ceremonia, presidida por el arzobispo García Cuerva, comenzó alrededor de las 19.20 horas. Tal como estaba pautado, Milei se detuvo frente al mausoleo del general José de San Martín a fin de “rendirle sus honores”.
El Vaticano seguirá la práctica diplomática habitual para estos actos. En este sentido, el Papa Francisco envió como delegado a un Nuncio Apostólico. Se trata del arzobispo español Alberto Ortega Martín, quien viajó desde Chile para estar presente en el acto.
Comenzó la ceremonia interreligiosa en la Catedral: la palabra del arzobispo García Cuerva
Finalizado el toque de silencio, el presidente Javier Milei ingresó a la Catedral Metropolitana para honrar la memoria del general don José de San Martín, frente a la corona de laureles que se depositó en su mausoleo.
“Bienvenidos todos a la casa de Dios que es la casa de su Pueblo. Bienvenido cada uno de ustedes en esta celebración, fraternalmente unidos, a los representantes de los distintos cultos”, comenzó diciendo el arzobispo porteño Jorge García Cuerva. “Invocaremos al Espíritu de Dios para que bendiga e ilumine a nuestra patria Argentina, al pueblo todo y al gobierno que hoy comienza su gestión. Oremos”, agregó al comienzo de su intervención.
“Uno de los cimientos mas golpeados que necesitamos forjar nuevamente es la fraternidad. Es necesario insistir una y mil veces con trabajar la unidad entre los argentinos. Una fraternidad que reconozca e inclusive valore las diferencias y que estas no sean usadas para fragmentar, dividir o enfrentarnos más, sino para encontrar nuevas respuestas a los problemas que hoy nos acucian”, dijo después el arzobispo.
Luego, el primado de la Iglesia católica convocó a la clase política a “comprometerse con la fraternidad”, diciendo: “Las heridas y urgencias de nuestro pueblo piden a todos, pero especialmente a la clase dirigente, la capacidad de comprometerse con la fraternidad social. Una fraternidad que no es un eslogan, sino que exige la radicalidad de no enfrentarnos unos contra otros”.
La cita del arzobispo al Papa Francisco al hablar sobre la “libertad”
“Como hermanos en la fe, todos los aquí presentes compartimos la creencia en un Dios liberador”, digo el arzbosipo. Inmediatamente después, citó al Sumo Pontífice: “Cómo nos decia el Papa Francisco, allá por octubre de 2021, la verdadera libertad se expresa plenamente en la caridad. No hay libertad sin amor. Una de las concepciones mas modernas es esta: mi libertad termina donde empieza la tuya. Pero aqui falta la relación y falta el vínculo, nos dice el Papa. Eso es una visión individualista”.
“Quien ha recibido el don de la liberación obrada por Dios no puede pensar que la libertad consiste en el estar lejos de los otros sintiéndolos como una molestia. No puede ver encerrado en si mismo, sino siempre incluido en una comunidad. La dimensión social es fundamental y nos permite mirar al bien común y no sólo al bien privado”, agregó sobre el comienzo del final de su intervención.
Finalmente, García Cuerva habló sobre lo que consideró “un cimiento fundamental” para la Argentina que viene: la memoria. “Es preciso recuperar nuestra historia y reconocer a los hombres y mujeres que forjaron la Patria desde sus inicios y que cimentaron las bases de la organización nacional, la soberanía política, el sistema representativo, la forma republicana y el federalismo”.
“El testimonio de nuestros próceres y de tantos otros, su reflexión y su accionar con sus luces y con sus sombras son otro cimiento fundamental. No usemos sus nombres para desunir a los argentinos”, dijo después.
Finalmente cerró su discurso convocando a la esperanza: “Hoy estoy convencido que es revolucionario sostenernos en la esperanza y darnos otra oportunidad. Por eso invocamos al Espíritu Santo, con fuerza y amor de Dios. Para que nos ayude a fraguar los cimientos de la Patria y así entre todos construir nuestra casa, nuestra amada Argentina. Amén”.
Fuente Ambito