El presidente Luis Lacalle Pou redujo levemente la aprobación de la ciudadanía tras el escándalo por la entrega del pasaporte al narcotraficante uruguayo Sebastián Marset, que derivó en la renuncia de varios jerarcas, luego de una encuesta realizada por Equipos Consultores.
Tras lo ocurrido con el narco, el sondeo reflejó que el 45% de los uruguayos aprobó el desempeño de Lacalle Pou, mientras un 36% lo desaprobó y un 18% tuvo opiniones intermedias, con 1% que no opinó. De esta manera, el presidente cerró el año con un saldo positivo de 9%, aunque cayó un 7% con respecto al diferencial de octubre, producto de una caída de 3% en la aprobación y un incremento de 4 puntos en la valoración negativa.
Según Equipos Consultores, la explicación más plausible para estas variaciones “está vinculada a los episodios del denominado ‘caso Marset’, que derivaron en las renuncias de dos ministros y otros jerarcas del gobierno a principios de noviembre”, tales los casos de Luis Alberto Heber y su vice Guillermo Maciel (Interior), el excanciller Francisco Bustillo y el asesor Roberto Lafluf.
Al desmenuzar el voto, entre quienes se definen a sí mismos como de “izquierda” o “centro-izquierda”, la enorme mayoría (70%) desaprobó el desempeño de Lacalle Pou, mientras solo un 12% lo aprobó, mientras que, entre los que se autoperciben como de “derecha” o “centro-derecha”, un 78% lo aprueba y un 10% lo desaprueba. Por último, entre quienes se definen de “centro”, 49% aprueban el desempeño y 24% lo desaprueban.
La comparación anual y con otros presidentes
Sin embargo, la encuesta analizó los datos de todo el año y reflejó que la caída en la evaluación presidencial fue menor a la registrada hace exactamente un año durante el “caso Astesiano”, cuando descendió al 39% la imagen positiva, casi empardada con la negativa, en el 38%.
En tanto, Equipos Consultores analizó que Lacalle Pou cerró el año previo a las elecciones 2024 con una aprobación promedio anual de 46% y con 34% de desaprobación, lo que le da un saldo neto positivo de 12%, algo que lo eleva por encima de la media.
Es que todos los presidentes previos a 2005 tuvieron saldos netos negativos en el promedio de su penúltimo año, desde el 8% de Julio María Sanguinetti en 1998 hasta el 69% negativo de Jorge Batlle después de la crisis.
Si se quiere, los niveles actuales del presidente pueden compararse a los que tuvo José Mujica en promedio en 2013 y por debajo de los que recibía Tabaré Vázquez en 2008, cuando promedió en el año el mismo nivel de aprobación que Lacalle Pou en 2023, pero con una desaprobación significativamente menor (24%), por lo cual su saldo neto positivo de 23% es el mejor de que se tiene registro hasta ahora a la misma altura del período.
En 2018 en cambio, Vázquez terminaba su penúltimo año con un saldo neto claramente negativo, de 22% e ncontra, muy similar, curiosamente, al que recibía Sanguinetti 30 años antes, en 1998.
Fuente Ambito