Yarden Roman-Gat nunca estuvo en los túneles de Gaza tras ser secuestrada por Hamás el 7 de octubre, sino que permaneció cautiva en una casa donde la vigilaban como a un “trofeo”, contó la exrehén a la cadena estadounidense CBS.
“Me vigilaban todo el tiempo”, declaró en el programa “60 minutos”, emitido el domingo, en una de las escasas entrevistas concedidas por los cerca de 110 rehenes liberados desde el comienzo del conflicto entre Israel y el movimiento terrorista.
Su marido Alon consiguió escapar con su hija de 3 años y esconderse en una zanja durante horas, pero a ella los atacantes la secuestraron y la llevaron a Gaza “semidesnuda”, arrastrándola, en cuanto se dieron cuenta de que fingía estar muerta, declaró a CBS.
Una vez en el territorio palestino una muchedumbre celebró su llegada, añadió.
“Mis secuestradores no pudieron evitar mostrarme como a un trofeo”, contó.
“No querían protegerme. Querían proteger su trofeo”, declaró la fisioterapeuta de 36 años al canal estadounidense. “Pero creo que conseguí que me hicieron un poco de caso” y “eso me ayudó a sobrevivir”.
No entró en detalles. Aclaró no obstante que pudo escuchar la radio y gracias a eso se enteró de que su hija y su marido se habían salvado. Durante una semana de tregua que finalizó el 1º de diciembre, 105 rehenes fueron liberados, 80 de ellos a cambio de palestinos detenidos en cárceles israelíes.
Fuente Ambito