París – Un grupo de legisladores franceses alcanzó ayer un acuerdo provisional sobre un controvertido proyecto que endurecerá las leyes de inmigración y ha puesto de relieve las dificultades que supone para el presidente Emmanuel Macron dirigir el país sin mayoría en el Parlamento.
El Gobierno había dicho inicialmente que se trataría de una legislación de incentivos y castigos que facilitaría la obtención de un permiso de residencia a los inmigrantes que trabajen en sectores con escasez de mano de obra, pero que también facilitaría la expulsión de los indocumentados.
Pero, sin mayoría en la Cámara baja del Parlamento desde las elecciones de junio de 2022, y para ganarse el apoyo de la derecha, el Gobierno accedió progresivamente a suavizar las medidas destinadas a conceder permisos de residencia a algunos indocumentados, al tiempo que endurecía el acceso a la asistencia social, entre otras medidas.
El acuerdo alcanzado por una comisión especial de siete senadores y siete diputados es una buena noticia para Macron, que había hecho del proyecto de ley de migración un punto clave de su segundo mandato.
Pero también podría impulsar a Marine Le Pen, que calificó el resultado de “gran victoria ideológica” para su partido de extrema derecha, algo que el Gobierno niega.
Los conservadores Les Republicains, que a lo largo de los años han endurecido su discurso acercándolo al de la extrema derecha, también se atribuyeron la victoria.
Agencia Reuters
Fuente Ambito