La calle habló y el peronismo tomó nota. La reacción fue rápida pero cauta. Primero los legisladores nacionales se reunieron con las centrales obreras, luego, el peronismo bonaerense tuvo su cónclave tras la convocatoria de Axel Kicillof. Tras las deliberaciones, hay consenso en concurrir a la convocatoria de la CGT para desbordar la plaza frente a Tribunales, adonde se llevará la queja en forma de amparo contra el DNU de Javier Milei.
La Gobernación bonaerense fue el epicentro el viernes de la cumbre política que reunió a todo el peronismo provincial para analizar y rechazar el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) de Javier Milei y comenzar a plantear estrategias frente al plan «motosierra». Legisladores nacionales y provinciales, los 84 intendentes de Unión por la Patria, el jefe del PJ provincial, Máximo Kirchner y también el excandidato presidencial Sergio Massa llegaron hasta La Plata convocados por el gobernador Axel Kicillof.
Durante el cónclave, que dejó una foto de unidad frente al plan motosierra, se realizó un diagnóstico del impacto de las más de 300 medidas que incluye el DNU 70/2023 firmado el miércoles, que desregula la economía, deroga leyes de todo tipo y abre la puerta a la privatización de las empresas estatales. Hubo apoyo a la estrategia del peronismo para rechazar el decreto en el Congreso Nacional, a la movilización convocada por la CGT y las dos CTA para el próximo miércoles, y también a las presentaciones judiciales contra el decreto que tienen en carpeta varios intendentes.
La cumbre reunió a alrededor de 200 dirigentes en el Salón Dorado de la Gobernación por tres horas y fue el primer encuentro político de todos tras la asunción de Milei. El primero en tomar la palabra fue el gobernador Kicillof, quien trazó un panorama de la situación económico-financiera de la provincia, contó cuáles fueron los planteos que hizo al presidente Milei en la reunión del martes sobre la falta de pautas macroeconómicas, la escasez de los recursos bonaerenses y la continuidad de la obra pública que está en marcha, y también habló del pedido de endeudamiento por 1800 millones y de la ley fiscal impositiva que envió a la Legislatura.
También hablaron Máximo Kirchner y Juliana Di Tullio, quienes plantearon la estrategia de UP en el Congreso Nacional y reclamaron que el presidente convoque a sesiones extraordinarias para debatir en el ámbito legislativo las reformas que contiene el decreto. En el cierre también dio su opinión Sergio Massa, en su doble condición de exministro y excandidato del espacio.
A la salida de la reunión, Kicillof explicó que todos coincidieron en el diagnóstico sobre el impacto que está teniendo en el bolsillo de los bonaerenses la devaluación anunciada por el ministro de Economía, Luis Caputo, y aseguró que el ajuste que plantean «no es austríaco ni tiene nada de novedoso».
«Hicimos un diagnóstico de la situación que se está viviendo tras la devaluación y acerca de cómo está afectando el programa económico que, producto de un ajuste fiscal y monetario, termina impactando en los ingresos de toda la sociedad, pero sobre todo de los sectores populares», señaló Kicillof, quien advirtió por la disparada de precios de alimentos y medicamentos.
Aseguró también que hay alerta por el impacto de las medidas que contiene el DNU y que ya comenzaron a verse los efectos en distintos sectores como la medicina prepaga, que planteó subas de 40%, y en la educación, con colegios privados que están planeando cerrar. «Los intendentes han comentado que en muchos distritos ya hay vecinos y vecinas que se acercan a consultar por los efectos y los alcances que puede tener el DNU», afirmó y agregó: «Más allá del planteo sobre la validez del decreto, es preocupante su contenido: eso que llaman desregulación es en realidad un verdadero desguace».
Contó que las comunas están evaluando presentar recursos de amparo contra el decreto y no descartó que también el gobierno bonaerense lo haga. «Cada uno de los municipios y sus respectivos Concejos Deliberantes están evaluando la posibilidad de realizar alguna presentación. Nosotros mismos acá en la provincia de Buenos Aires también, aunque por ahora no se tomó ninguna decisión», remarcó.
Otro de los que participó el viernes de la reunión es el flamante ministro de Infraestructura Gabriel Katopodis que, este sábado en declaraciones a El Destape Radio, sostuvo que ve «el bloque muy unido». «Veo a los intendentes muy unidos, a la CGT, a diferencia del macrismo cuando compraron dirigentes con dos sanguchitos», expresó. Katopodis remite al rompimiento del bloque de Diputados peronistas en 2016 que había encabezado Diego Bossio y que devino en el debilitamiento de las estrategias legislativas de resistencia a las medidas de ajuste. Fueron momentos en los que Massa viajó a Davos con Macri y hasta Hugo Moyano compartió un acto con el ex presidente. El único sector que en ese entonces polarizó contra la política de Macri fue el kirchnerismo y algunos sectores sindicales peronistas combativos.
Ahora el escenario es muy otro. Milei abroqueló a todos los sectores atacados por sus políticas, en particular a la clase trabajadora que verá este enero cómo sus ingresos se evaporan tras el aumento de las tarifas y el transporte, una forma de salario indirecto garantizado desde el Estado. Tiempo Argentino pudo saber que durante la reunión un alto dirigente del PJ bonaerense argumentó que, si bien hay una impugnación grande sobre el DNU, se evalúa que los que salen a la calle a protestar son, en su mayor parte, los que no lo votaron, por lo que plantean que «no hay que pasarse de rosca» y acompañar el proceso de desgaste propio de las medidas que atacan a la clase media y los sectores populares.
Es por eso que, evalúan, las estrategias legislativas, judiciales y de la calle tienen que ir de la mano y no quedarse a esperar respuestas a los amparos judiciales o ver cómo se conforma la comisión bicameral que puede frenar el DNI en el Congreso. La diputada Vanesa Siley señaló en declaraciones radiales que «Máximo Kirchner dijo qué hay que hacer eje en el fondo y no las formas del decreto», una diferenciación clara respecto de la posición que expresaron bancadas como la de la UCR o Consenso Federal, que comparten parte del contenido del DNU y sólo objetan la forma en que fue planteado. Ante el hecho de que hasta el momento el Congreso nunca en la historia rechazó un DNU, Siley, quien es referente del Sindicato de Trabajadores Judiciales (SiTraJu) sintetizó: «Siempre hay una primera vez».
Fuente Tiempo Argentino