En la Argentina de hoy (sobre todo en el AMBA y en la Región Central) hay un tridente hecho para sufrir: inflación, ajuste, y también mosquitos. Dos especialistas del Conicet, Sylvia Fischer y María Victoria Micieli, explican las razones del aumento de los mosquitos que está ocurriendo estos días y destacan las principales medidas de prevención y estrategias de control para hacer frente a estos insectos.
Al mismo tiempo, crecen los casos de encefalomielitis equina en la Argentina, que puede transmitirse por mosquitos. Se registraron más de 1187 casos en caballos a lo largo de 13 provincias. Y ya hay un muerto y 11 casos confirmados en personas.
Mosquitos de inundación
“Las especies que estamos teniendo ahora, que generan este pico de abundancia y de molestia en las personas, son especies de ‘mosquitos de inundación’. Las llamamos así porque justamente se desarrollan sus larvas en charcos o cuerpos de agua temporarios que se inundan a partir de las lluvias”, indica Fischer, investigadora del Conicet en el Instituto de Ecología, Genética y Evolución de Buenos Aires (IEGEBA, CONICET-UBA) y en el Departamento de Ecología, Genética y Evolución de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.
La especie de este tipo de mosquitos, que está circulando ahora con más abundancia, producto de las lluvias, es Aedes albifasciatus, un mosquito que tiene una distribución muy amplia en Argentina, desde Tierra del Fuego hasta el norte del país.
La doctora en biología y especialista en ecología señala que las hembras de esos mosquitos tienen el comportamiento de poner los huevos en el sustrato húmedo que posteriormente se inunda: “Entonces, en estos lugares, por la sequía previa que tuvimos se había acumulado un número grande de huevos y cuando empezó a llover de manera continua por el fenómeno meteorológico del Niño en el último mes, mes y medio, estos huevos eclosionaron todos sincrónicamente, las larvas se desarrollan simultáneamente y emergen enormes cantidades de adultos, todos al mismo tiempo. Y esto genera justamente este pico de abundancia que estamos percibiendo tan fuertemente”.
Fischer explica que Aedes albifasciatus es un mosquito adaptado a distintas condiciones climáticas, “así que no es que ahora hay muchos porque es verano, sino que hay muchos porque las condiciones de precipitaciones acumuladas después de un periodo de sequía favorecieron que se produzca este desarrollo sincrónico”.
Victoria Micieli, investigadora del CONICET en el Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE, CONICET- UNLP), destaca que cuando se forman charcos o cuerpos de agua, los huevos que estaban enterrados en la tierra “van a eclosionar, primero pasan por un estado de larvas y al llegar a un estado adulto, van a ir a buscar sangre para alimentarse”.
Mosquito plaga
Una de las características que tienen los mosquitos de la especie Aedes albifasciatus es que, justamente por su ámbito natural silvestre, generalmente en toda la región húmeda pampeana suelen picar a distintos animales, incluyendo el ganado, entonces están adaptados para atravesar estas pieles más gruesas de los animales. “Por eso percibimos que su picadura es más fuerte y nos parecen incluso más agresivos. Esto y su abundancia generan una enorme molestia y por eso los notamos mucho más”, afirma Fischer.
Micieli, doctora en Ciencias Naturales y especialista en entomología y sanidad ambiental, indica que la especie Aedes albifasciatus “se comporta como un mosquito plaga, justamente por el comportamiento que tiene, tan invasivo, tan agresivo con las personas”.
Aedes albifasciatus es una especie que está vinculada con la transmisión en mamíferos del virus de la encefalitis equina del oeste, “del cual ahora está habiendo un brote en caballos en toda la zona centro y norte de nuestro país. Y probablemente esté asociado, de alguna manera, con este enorme pico de abundancia de esta especie de insecto que estamos viendo prácticamente en toda la zona centro húmeda de nuestro país, incluida la provincia de Buenos Aires”, puntualiza Fischer.
Recientemente, el Ministerio de Salud de la Nación confirmó la detección del virus de la encefalitis equina del oeste en un peón rural de la Provincia de Santa Fe, que se convirtió en el primer diagnóstico de la enfermedad en humanos para la Argentina luego de más de dos décadas sin registro.
Medidas de protección y estrategias de control
Si bien el uso del repelente es recomendado para evitar las picaduras de los mosquitos de inundación, “no es que sea tan extremadamente efectivo para estas especies de mosquitos, que suelen ser muy ávidas de picar aún en presencia de repelente. Lo recomendable es que se baje el nivel de actividad al aire libre por unos días y que, en caso de hacer actividades al aire libre, por más que sea verano, usar ropas de manga larga como para cubrir y generar una barrera física en la mayor parte del cuerpo y evitar las picaduras” puntualizó Fischer.
Con respecto a otros mosquitos más domésticos como el Aedes aegypti, que es el transmisor de Dengue, o el Culex pipiens, que es el que normalmente está zumbándonos a la noche mientras dormimos, «las medidas de protección son tratar de evitar tener lugares que acumulen agua en nuestro entorno, porque estas dos especies se crían en recipientes artificiales”, afirma Fischer.
En lo que respecta al abordaje de lugares donde se acumula agua para evitar la reproducción de Aedes albifasciatus la estrategia debe ser diferente. Micieli continúa: “Este mosquito no se cría ni se desarrolla en el entorno de nuestras casas, sólo invade en determinado momento de su ciclo, ya cuando es adulto y por el viento y otros factores llega a las ciudades desde zonas rurales y suburbanas. En estos territorios tendría que haber una planificación de los estados municipales y tal vez provinciales para implementar estrategias de control que interfieran con potenciales criaderos de esos mosquitos”.
Y advierte: “El uso indiscriminado y el mal uso de los insecticidas químicos para protegernos o para bajar las poblaciones de, por ejemplo, Aedes albifasciatus o incluso a Aedes aegypti, genera resistencia en esas poblaciones”.
Un estudio, liderado por Micieli y la también investigadora del CONICET Sheila Ons y publicado este año en Parasites & Vectors, describe mutaciones genéticas que hacen que determinadas variedades de Aedes aegypti adquieran resistencia frente a insecticidas.
Respecto a la duración del pico de abundancia de mosquitos de inundación, Fischer indicó que si no se generan nuevamente eventos de lluvia abundante que favorezcan el desarrollo de nuevas cohortes dentro de un tiempo, “muy rápidamente debería registrarse una disminución de su población”.
Este momento de altas abundancias de mosquitos de inundación “tan extremadamente molestas no suele durar más de una semana a 10 días y después por la propia dinámica poblacional de los mosquitos y la reducción de las abundancias por mortalidad de estas hembras que están buscando sangre bajan a un nivel mucho más aceptable y de menor molestia para la población”, afirmó Fischer. Y agregó: “Así que la duración de este pico de abundancia no debería ser demasiado larga”.
Encefalitis Equina
La Encefalitis Equina del Oeste (EEO) es una enfermedad neurológica producida porun Alphavirus homónimo (VEEO) que se transmite a través de ‘picaduras’ de mosquitos, y aunque afecta principalmente a caballos también puede ser contraída, sintomáticamente o no, por seres humanos.
Adrián Díaz, investigador del Conicet y uno de los responsables del Laboratorio de Arbovirus del Instituto de Virología “Dr. J. M. Vanella” de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba (FCM, UNC), comenta que “el lugar donde más se encuentra estudiada la dinámica de este virus es en Estados Unidos, donde se pudo establecer que se trasmite por el mosquito Culex tarsalis, y que utiliza aves, como el gorrión, como agentes hospedadores amplificadores”.
El especialista explica que este tipo de virus, conocidos como arbovirus, se mantienen en la naturaleza por la transmisión vectorial de un artrópodo hematófago, pero también de un animal vertebrado que actúa como hospedador amplificador. El hospedador amplificador es un organismo que permite que el virus replique y amplifique su carga viral, de modo que cuando un mosquito (vector) se alimente de este animal virémico, se infecte y pueda transmitir el patógeno a un nuevo hospedador.
“Los mosquitos infectados con el virus pueden alimentarse de caballos y, en ocasiones, también de seres humanos e infectarlos. A su vez, estos nuevos hospedadores infectados pueden desarrollar o no los síntomas de la enfermedad neurológica”, explica Díaz.
El investigador destaca que en Estados Unidos el VEEO se encuentra aparentemente extinguido, dado que ya hace mucho tiempo que no se registran casos en equinos ni en humanos y desde 2009 tampoco se han encontrado mosquitos infectados.
“En nuestro país, los últimos casos de actividad de este virus se habían registrado en la década del 80, específicamente en 1988. Por eso llama la atención que ahora reemerja de manera tan fuerte”, señala el especialista. “Con respecto a los vertebrados que podrían amplificar el virus, aunque aún no se sabe muy bien y no existe evidencia, entendemos que podrían ser las aves, como en Estados Unidos, o mamíferos silvestres”, señala Díaz.
Foto: Prensa UTT
Díaz explica que estas especies de mosquitos están asociados a situaciones de inundación, dado que se crían en lugares donde se generan charcos naturales por las lluvias torrenciales. “En este sentido, creemos que la ocurrencia de inundaciones en las zonas afectadas podría ser una de las causas de la reemergencia del virus”, indica el especialista. Hubo otros expertos que mencionaron otra posible incidencia: la decisión de Mauricio Macri cuando fue presidente de la Nación, de volver optativa la vacuna.
El ex director de la Federación Agraria Argentina, Pedro Peretti, sostuvo en diálogo con Conclusión: «estamos ante otra herencia de Macri, quien dejó la vacunación obligatoria y la instituyó como optativa». Marcó que los focos detectados en Paraguay, Uruguay y Argentina son «muy fuertes», fundamentalmente en las provincias de Corrientes y Córdoba: «Hay casi tres millones de cabezas de caballos en la Argentina, y eso disminuyó la protección. Ahora no hay vacunas porque los laboratorios que la producían dejaron de fabricarla».
Respecto de la transmisión de la EEO en seres humanos, Díaz señala que como todas las infecciones virales, la afección puede ser leve, y presentarse como una fiebre con mareos, escalofríos, dolor de nuca o rigidez de nuca. “Estos síntomas puede ir progresando hasta una encefalitis, que dependiendo de la virulencia de la variante del virus y del estado inmunitario y fisiológico del paciente, puede llegar a ser severa. Por eso es importante que, si una persona que se encuentra en un área de riesgo tiene síntomas compatibles con EEO, acuda al médico para que pueda hacer una vigilancia”, señala Díaz, y agrega que no hay una terapia específica ni vacunas para estos virus en humanos, sino que el médico tiene que proponer terapias de acuerdo a los síntomas que vayan apareciendo. El investigador destaca que, de todas formas, la EEO suele ser menos virulenta que la EEE y la EEV, que tienen mayores tasas de mortalidad y morbilidad, así como secuelas más severas.
Con relación a las medidas de prevención para los seres humanos, Díaz recomienda, en áreas donde haya trasmisión del virus, tratar de mantener el pasto corto: “Si se van a realizar actividades al aire libre, es recomendable ponerse repelente y usar ropa de manga larga con colores claros. En las casas hay que colar telas mosquiteras. Otro dato a tener en cuenta es que los mosquitos que pueden trasmitir el virus pueden ‘picar’ tanto de noche como de día».
Fuente Tiempo Argentino