Al ser una carrera de semejante envergadura, con más de 600 participantes, cientos de vehículos y que debe mover cada jornada a alrededor de 3.000 personas, también tiene unos costos elevados. Por ejemplo, se tiene que contar con un carguero que lleve los vehículos de competición, varios coches y camiones de la organización y cuatro de los 14 helicópteros necesarios para controlar la carrera, desde Marsella hasta el puerto saudí más cercano.
La categoría moto es la más accesible, los autos son para pocos y los camiones, la más costosa.
Qué pasa con los competidores argentinos
Con la llegada del Rally Dakar a Arabia Saudita la cantidad de participantes argentinos se redujo considerablemente. De los 31 participantes argentinos en el 2023, ahora hay anotados solo 20, con otra diferencia: de la cifra hace un año, 20 eran pilotos (incluidos los motociclistas y quienes llevaron cuatriciclos, naturalmente), y ahora son 12.
Las motos, lo más accesible
Correr el Dakar en la categoría Original by Motul (sin asistencia), sería la opción más económica, pero también la más arriesgada y exigente, ya que es el mismo piloto el que se tendrá que reparar la moto y hacer su mantenimiento cada jornada al llegar al vivac.
El precio de una moto nueva ronda los €35.000más IVA, mientras que alquilarla rondaría los €20.000 más IVA. A eso habría que sumarle la tasa de inscripción de €18.000.
Eso si, si el piloto lleva 10 o más ediciones, se le hace un descuento de €900 en el precio de la inscripción. Además hay que tener en cuenta el costo de la licencia de la Federación Internacional de Motociclismo, indispensable para poder correr y que ronda los €700.
Costos extras del Rally Dakar 2024
Los pasajes de avión se pagan aparte y oscilan entre los €1.000 y los €1.800, en función de con qué margen de tiempo se hayan reservado.
A esto habría que sumarle los neumáticos (€150 por cada uno), que rondan los 14 necesarios. El combustible está incluido en la inscripción. Los recambios mecánicos rondarían los €3.500.
En el caso que el piloto lleve un mecánico, esto elevaría el costo a alrededor de €20.000 más (inscripción, vuelos, hoteles y sueldo). Además, ASO obliga a que haya un vehículo de asistencia inscrito (entre €3.500 y €8.400 en función del tamaño y las fechas de inscripción) que lo transporte al corredor y a los repuestos, pero debe contar con dos ocupantes “por seguridad”. Por lo tanto, el mínimo rondaría los €43.500.
Y si además se cuenta con una caravana para dormir hay que sumarle entre €9.000 y €13.200 (de acuerdo al largo del vehículo) de inscripción, más unos €15.000 de alquiler, más el gasto de combustible y otras dos personas inscritas como asistencia (€20.000).
En total, el gasto aproximado sería entre 50 y €80.000 y en la Categoría Original: € 40.000-€60.000.
Al alcance de pocos
La categoría de coches es una de las que más atención acaparan, pero para poder correr en ella hace falta un presupuesto mucho mayor al de la moto. Obviamente, los costos varían en función del vehículo elegido. Si se opta por uno de los T1 (categoría principal) de la anterior generación (rueda estrecha), hablaríamos de €300.000.
Sin embargo, si se trata de uno de los T1+/Ultimate actuales, como el de Nasser Al Attiyah o el de Sebastien Loeb, el precio puede ascender a los 700.000-800.000 por alquiler (incluido el servicio de asistencia mecánica, repuestos, etc). Si, en cambio, se quisiera comprar una de estas unidades sin ningún servicio incluido, el precio ronda los €750.000.
Además hay que contar con los €850 de la licencia de la FIA para cada uno de los dos integrantes del vehículo.
Además hay que tener en cuenta el costo del combustible especial que estos vehículos necesitan para funcionar con fiabilidad, que ronda los €5 por litro (la capacidad del tanque de cada coche está en torno a 400-500 litros para cada etapa).
También, el desgaste de los frenos es notable en coches con más de 2.000 kg de peso, por lo que los participantes tendrán que contar también con un presupuesto extra para recambios, además de los neumáticos de BF Goodrich, que cuestan €650 cada uno y de los que se necesitan unas 30 unidades para acabar el rally.
La inscripción también es más costosa para los Ultimate (T1), los Stock (T2, 4×4 de serie), los Challenger (T3, prototipos ligeros) o los SSV (vehículos ligeros de serie). Este año se estipuló en €30.000 (con €1.500 de descuento para los que han participado en más de 10 Dakar). Cada mecánico suma de 10.000 a €15.600 en función de la fecha de inscripción, más gastos y sueldos.
Por supuesto, este presupuesto para equipos como Audi, Prodrive o Toyota Gazoo Racing se multiplica a cifras astronómicas y confidenciales.
El total aproximado rondaría entre algo más de €800.000 (T1+), los €420.000 (T3) y los €380.000 (T4)
Los bestias del desierto
Los camiones son uno de los grandes atractivos de una prueba Dakar, pero el presupuesto se incrementa notablemente. La inscripción sola ya cuesta €45.000 por vehículo (€43.000 si se ha participado en más de 10 Dakar). A eso hay que sumarle los 150-250.000 euros que puede valer un T5, que puede llegar a ir como asistencia en carrera de otros vehículos o competir, más las licencias (€850/por persona).
Además, hay que añadir el costo de mecánicos, asistencia y piezas va aparte y cada neumático de los cuatro (o seis, en función del modelo) que usan estos gigantes ronda los €1.000.
En total, lo que habría que invertir para participar en esta categoría sería un monto superior a los €600.000.
Fuente Ambito