Fue campeón del fútbol argentino siendo figura y ahora es dueño de cinco geriátricos

Directores técnicos, periodistas, dirigentes, chacareros, músicos, gastronómicos, son algunas de las tantas profesiones a las que se dedica un futbolista luego de la dura etapa del retiro. Sin embargo, pese a que se conozcan miles historias relacionadas a la vida de los jugadores luego de colgar los botines, esta es un tanto particular: hoy es dueño de geriátricos.

Nacido en Rosario un 13 de abril de 1981, Luciano “Tano” Vella tuvo un importante paso por el fútbol argentino. Salió campeón de un torneo local, ascendió de categoría con uno de los grandes del fútbol argentino y ahora se dedica a una vida muy distinta comparada cuando se lo veía pegado a la línea de cal jugando como lateral.

Cómo fue la carrera futbolística de Luciano Vella

Vella debutó en Newell’s Old Boys en 2001, y su desempeño como defensor lo llevó a ser parte del equipo campeón en el Torneo Apertura 2004. Aquel equipo dirigido por Américo “Tolo” Gallego y con figuras como Ariel Ortega, Fernando Belluschi, Justo Villar, Sebastián Domínguez, entre otros, quedó en la historia del club rosarino. Su solidez defensiva y capacidad para subir al ataque lo destacaron, y pronto llamó la atención de otros clubes importantes.

En 2006, Vella se trasladó a Europa, donde jugó para el Cádiz de España y en el FC Vaslui de Rumania. Sin embargo, su tiempo en el extranjero no fue del todo positivo, enfrentando dificultades económicas ya que en el equipo rumano no le pagaron y hasta lo amenazaron de muerte. Luego de unos años en el viejo continente regresó al país.

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De vuelta en su país, Vella jugó para Independiente y luego a Arsenal de Sarandí. En 2011, se convirtió en jugador de River Plate, donde vivió uno de los momentos más significativos de su carrera: el ascenso a la Primera División después de una temporada en la B Nacional. Su paso por River fue intenso, y aunque la presión y la exposición mediática fueron altas, Vella siempre destacó la magnitud de la experiencia. “Jugar en River me provocó un click: me sentía como Mick Jagger. En Buenos Aires me conocían todos por la calle cuando en Rosario no era así”, comentó el exjugador en La Nación. En 2013 tuvo que buscar nuevos rumbos luego de que Ramón Díaz, técnico del Millonario en ese entonces, no lo tenga en cuenta.

Durante su carrera, Vella también jugó para Unión y Defensa y Justicia. En 2017, tras un breve paso por Arsenal de Sarandí, decidió retirarse del fútbol profesional a los 36 años.

La nueva vida de Luciano Vella tras su retiro del fútbol

En 2011, durante su tiempo en River, Vella y su amigo Matías Pavoni decidieron invertir en su primer geriátrico en Rosario. Sin experiencia previa en el sector, Vella aplicó la misma disciplina y método que en su carrera deportiva. “Siempre supe que no iba a ser técnico ni nada de eso. No me gusta, no es lo mío. Además, esta actividad que tengo me lleva mucho tiempo”, afirmó Vella en una entrevista para La Capital, quien actualmente gestiona cinco residencias con un total de 300 residentes.

La rutina de Vella ha cambiado drásticamente desde sus días en el campo de juego. Ahora, su jornada está meticulosamente organizada para garantizar el bienestar de sus residentes, especialmente en lo que respecta a la medicación. “Tengo toda mi semana programada y las que vienen también”, comentó Vella, quien se encarga personalmente de supervisar que todos los residentes reciban sus medicamentos correctamente.

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Vella destaca la gratificación de trabajar con adultos mayores, describiendo el ambiente de los geriátricos como una segunda familia. “Los abuelos te ven llegar y es como que sos un familiar. Es muy gratificante verlos felices”, compartió el exfutbolista. Además, el exRiver innovó en la estructura tradicional de los geriátricos, implementando actividades diarias para mantener a los residentes activos y motivados.

Luciano Vella no sólo se encarga de la administración de los geriátricos, sino que también mantiene un contacto cercano con los residentes. La atención personalizada y el cuidado que brinda a los adultos mayores se han convertido en una parte integral de su vida. “Al principio, me afectaba mucho la partida de un residente, pero con el tiempo aprendí a manejarlo mejor. Aun así, cada pérdida es difícil”, confesó.

Mirando hacia atrás, Vella reflexionó sobre su carrera con orgullo, aunque admite una espina clavada por no haber podido retirarse en Newell’s. “Me retiré de joven, físicamente estaba muy bien. Tenía propuestas para seguir, pero era más renegar que disfrutar del fútbol”, explicó. Si bien no tiene pensado volver al mundo del fútbol, Vella no duda en afirmar que volvería a ser futbolista si pudiera empezar de nuevo.

Fuente Ambito

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