Amenazas, violencia y hambre: la historia de la gimnasta que logró el primer 10 en la historia de los Juegos Olímpicos

15 de agosto 2024 – 21:00

Superó maltratos y un régimen brutal para lograr el primer 10 perfecto en la historia olímpica, y más tarde encontró refugio en Estados Unidos.

El mundo entero disfrutó de los Juegos Olímpicos y está a la espera del comienzo los Juegos Paralímpicos. Cada medalla u diploma es celebrado por miles de aficionados sin saber que algunos los atletas son hostigado para conseguirlos .Nadia Comaneci, tras conseguir su histórico 10 perfecto en Montreal 1976, emigró a Estados Unidos, donde puede disfrutar el deporte en libertad.

Comaneci alcanzó la excelencia a los 14 años en los Juegos Olímpicos, donde obtuvo tres medallas de oro, una de plata y otra de bronce. Sus logros continuaron en Moscú 1980, consolidándola como una leyenda del deporte. Sin embargo, detrás de estos éxitos había un régimen de entrenamiento sangriento que incluía golpes falta de alimentación y gritos impuestos por su entrenador Béla Károlyi y que la federación rumana no quería ver.

Comaneci.jpg

Nadia Comaneci es la atleta que para conquistar el oro en los juegos olímpicos fue sometida a brutales entrenamientos que la llevaron a escaparse y pedir asilo político en Estados Unidos

La historia de Nadia Comaneci, la gimnasta rumana que padeció el horror

Desde que tuvo edad para caminar, Nadia Comaneci demostró una devoción por el deporte. La gimnasia artística se volvió su pasión por lo que sus papás decidieron anotarla en una escuela para que aprenda esa disciplina. Varias décadas después, la misma Nadia le contaría al mundo que para alcanzar el oro sufrió golpizas, pasó hambre y fue hostigada patológicamente.

En Onesti, una localidad minera de Rumania, las niñas desde los seis años enfrentaban el rígido sistema de los Károlyi, caracterizado por insultos, castigos físicos y una alimentación deficiente. Documentos desclasificados de la policía secreta rumana revelan la severidad de los métodos aplicados que sufrió tanto Nadia como centenares de otras atletas que entrenaban bajo la violencia de Károlyi. Según testimonios, las gimnastas a menudo experimentaban violencia física y privaciones severas, llevando incluso a situaciones extremas para calmar el hambre. Nadia, en particular, sufrió un inmenso sufrimiento bajo este régimen, relatado en informes que describen condiciones inhumanas y abusos continuos.

Tras su retiro, Comaneci vivió bajo estricta vigilancia durante la dictadura comunista que padecía su país y solo viajaba si estaba acompañada de la policía porque ella se había convertido en una estrella que la dictadura no quería perder de vista. En 1989 junto con otros atletas logró escapar y pidió asilo político en Estados Unidos, país en el que vive hasta la actualidad. Su historia, pese a la negación de los Károlyi, expone un capítulo oscuro en el mundo del deporte, donde el triunfo a menudo ocultaba un precio personal inmenso.

Fuente Ambito

Exit mobile version