«Debate sí, boludeces no». Máximo Kirchner reapareció en un acto con la militancia en La Plata con frases picantes y dejó en claro que la interna peronista en la Provincia de Buenos Aires, el distrito electoral más importante del país que gobierna Axel Kicillof, está lejos de apaciguarse. El tono del discurso causó sorpresa en la Gobernación, pero evitaron la confrontación y subrayaron que el foco está puesto en otro lado: «El rival a vencer es Milei».
La reaparición de Kirchner, quien conduce el PJ bonaerense y también es líder de La Cámpora, se produjo luego de meses de bajo perfil y a pocos días del plenario que encabezó Kicillof en Mar Chiquita. Eligió un lugar significativo para el kirchnerismo: el estadio del club Atenas, el mismo lugar en que su papá, el expresidente Néstor Kirchner, había reaparecido el 24 de febrero de 2010, tras ser sometido a la operación de carótida. «Acá Néstor dijo: ‘Estoy para dar todas las batallas que hay que dar’, como están ustedes para dar las batallas que sobrevendrán», dijo el diputado nacional a la militancia que llenó el lugar.
Kirchner planteó primero una batalla contra el gobierno de Javier Milei para que el peronismo canalice la bronca y la desazón que están sintiendo los argentinos por el ajuste libertario. Y llamó a la militancia a organizarse «desde abajo» para volver a «generar la esperanza» en todos los ámbitos de la vida diaria: la escuela, el club, la fábrica.
Luego habló de la otra batalla, la pelea interna que vive el peronismo tras la derrota nacional del año pasado. Ocupó casi todo su discurso en eso y dejó múltiples frases dirigidas a responder las críticas que viene recibiendo La Cámpora hace tiempo, pero también a reivindicar el liderazgo de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el rol que ocupó en la gestión de Alberto Fernández. La militancia le sumó el condimento necesario: desplegó una bandera que decía «Nada sin Cristina» y estrenó cantito dirigido a Kicillof en respuesta a su frase de «componer una nueva canción» en la campaña de 2023.
Aunque no mencionó nombres, aseguró que hay dirigentes que «tienen miedo» y «otros con cargos importantes que se creen víctimas». Negó que desde su agrupación se «obstaculice» la gestión bonaerense como asegura el entorno del gobernador Kicillof. «¿Cómo puede ser que alguien piense que nosotros queremos obstaculizar a alguien con todo lo que laburamos para que a las y los bonaerenses les vaya mejor? Esta es la pregunta que muchas veces me hago. El debate sí, boludeces no», disparó.
El dardo fue especialmente dirigido al ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque, quien fue el que encendió la mecha a comienzos de año y le viene pidiendo a la dirigencia camporista que sean «oficialistas» y no sean «funcionales a Milei».
La respuesta del kicillofismo
El día después del acto que se hizo en la capital bonaerense, pero al que Kicillof curiosamente no fue invitado, en el entorno del mandatario confiaron a Tiempo que causó sorpresa «el tono» del mensaje de Kirchner. Evitaron redoblar la apuesta discursiva, pero remarcaron sí que el gobernador «nunca» puso en duda la conducción de la expresidenta y recordaron que siempre lo ha dicho en público, incluso en los últimos actos y plenarios. «La conducción es Cristina, eso nunca cambió», señalaron.
Volvieron a remarcar, de todos modos, que el foco del mandatario está puesto en gestionar y no en la pelea política. «Estamos convencidos de que tenemos que concentrarnos en hacer la mejor gestión posible para mostrarle a la gente otra alternativa y enfrentar a Milei que es el rival a vencer», sintetizaron.
Kicillof tiene tres premisas que repite como un mantra. Lo dijo ante los intendentes peronistas más cercanos, en agosto, apenas días después de que YPF anunciara que la planta de GNL no iría a Bahía Blanca en agosto. Y lo reiteró a comienzos de septiembre en una reunión privada que tuvo con todo el arco sindical provincial. Los objetivos son tres: gobernar la provincia bien, oponerse a Milei todos los días y armar una alternativa política para que la gestión bonaerense sea el modelo a llevar al gobierno nacional «porque se hicieron las cosas bien».
Fiel a su estilo, Kicillof nunca habla de la interna en público, pero deja que su mesa política avance con el armado que lo quiere como candidato en 2027. En ese marco, los ministros Carlos Bianco (Gobierno), Gabriel Katopodis (Infraestructura), Walter Correa (Trabajo) y Cristina Álvarez Rodríguez (Jefa de Asesores) junto a un grupo de intendentes como Mario Secco (Secco) y Jorge Ferraresi (Avellaneda) vienen sumando pasos en el armado territorial para posicionarlo de cara al turno electoral presidencial.
En lo que va del año, la mesa ya organizó dos plenarios con militancia que encabezó el gobernador: uno el 18 de mayo, en Florencio Varela, y otro el 14 de septiembre, en Mar Chiquita. La idea, como anunció el propio Kicillof el último sábado, es realizar un plenario en cada sección electoral de la Provincia. Y ya están organizando un nuevo plenario -que podría ser en la primera sección electoral- pero también un acto por el 17 de octubre, día de la lealtad peronista, según confirmaron a Tiempo.
Más allá de los actos, los ministros también van militando por el territorio con plenarios y actividades de sus agrupaciones. Bianco lanzó la agrupación «Patria y Futuro», Larroque organiza «charlas compañeras» con «La patria es el Otro», Katopodis con las «Reuniones compañeras», Álvarez Rodríguez con los encuentros de la Corriente Nacional de la Militancia. A ellos se suman los jefes comunales que empiezan a armar, como Ferraresi, incluso en territorios camporistas y genera tensiones con la agrupación liderada por Kirchner.
Foto: @Kicillofok
La pelea por la lapicera
La pelea peronista tiene como telón de fondo el armado de las listas legislativas de 2025. Los dirigentes que militan por el liderazgo de Kicillof quieren evitar que ocurra lo que pasó el año pasado, cuando la definición de las nóminas de legisladores nacionales y también las seccionales para la Legislatura bonaerense, terminaron quedando en poder de Máximo. Entienden que el gobernador debería tener un rol preponderante esta vez.
La interna divide a los jefes comunales que fueron marcando con su presencia a los actos de Kicillof y Kirchner de qué lado están. Al plenario en Santa Clara asistieron 27 intendentes que compartieron el escenario con Kicillof. Entre ellos estuvieron Ferraresi (Avellaneda), Mario Secco (Ensenada), Pablo Descalzo (Ituzaingó), Fernando Moreira (San Martín) y Lucas Ghi (Morón), además del intendente anfitrión, Walter Wischnivetzky.
A la foto de Atenas se sumaron 24 jefes comunales entre camporistas y de otros sectores de Unión por la Patria, como el massismo. Estuvieron Mayra Mendoza (Quilmes), Julián Álvarez (Lanús), Damián Selci (Hurlingham), Juan Ustarroz (Mercedes), Federico Otermin (Lomas de Zamora), Mariel Fernández (Moreno), Gustavo Menéndez (Merlo), Blanca Cantero (Presidente Perón), Nicolás Mantegazza (San Vicente).
Algunos hacen equilibrio y fueron a los dos actos como Federico Achaval (Pilar), Mariano Cascallares (Almirante Brown) y Andrés Watson (Florencio Varela). También estuvieron los que decidieron no participar de ninguno de los dos eventos políticos como Fernando Espinoza (La Matanza), Fernando Gray (Esteban Echeverría), Juan José Mussi (Berazategui) y Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas).
Fuente Tiempo Argentino