”No me gusta en este momento en el país que se siga abriendo la brecha”, manifestó el empresario, quien agregó que ”es muy difícil construir algo serio en base a la pelea que se da con trolls y agresión a periodistas”.
Tinelli hizo hincapié en el asado que el Gobierno organizó en la Quinta de Olivos, en forma de festejo hacia el veto de la reforma jubilatoria: “Todo muy bizarro, no entendí muy bien que festejaban, ¿sacarle tres kilos de carne a los jubilados? Y los radicales que se abrieron y votaron diferentes. No me gusta nada de eso en la política de nuestro país”, apuntando a los 87 diputados que se hicieron presentes en el agasajo, en diálogo con Viviana Canosa en Radio Rivadavia.
También dio su punto de vista sobre las actitudes del Presidente: “A nivel carácter, no me gusta la manera que tiene de ser y muchas veces es muy violento, en muchas actitudes él y su gente”. A su vez, se refirió a los resultados de la inflación, con los que se mostró de acuerdo, pero advirtió que ”hay que terminar con la recesión que es dura”.
Su rol en la Mesa del Hambre
“Me llaman de Casa de Gobierno que estaban armando con diferentes organizaciones. Cuando llegue me pareció que era algo piola. Cuando terminó, sentí que fue una reunión dispersa”, detalló Tinelli sobre la Mesa del Hambre, de la cual participó en el comienzo de la gestión de Alberto Fernández.
“Cuando concluyó pregunté qué podía hacer. Realizamos siete pozos de agua para las comunidades Wichi. El único que había hecho el trabajo era yo“, reveló. Y agregó: “Me di cuenta de que no había mucha coordinación y eran reuniones que iban mucho por el lado político, más que de colaboración. Los únicos que fuimos hasta Salta, con la fundación, éramos nosotros y colaboramos realmente. Es más fácil decir mira vino Tinelli que otros que éramos 70 personas”.
En ese sentido, también se refirió a la causa por violencia de género que atraviesa el ex presidente: “Fue raro me sorprendió ver y escuchar todo eso. Me llamó la atención la foto de ella con el paño frío en la cama y con el gordo durmiendo atrás“.
“Fue muy bizarro todo. Más que una foto, yo me iría corriendo de ese lugar y no me agarra nunca más, más que una foto salgo corriendo. Yo he ido -a la Quinta de Olivos- y nunca sentí el entorno tóxico, tampoco una pareja super estable“, concluyó.
Fuente Ambito