En los Juegos Olímpicos, un atleta descalzo logró una hazaña histórica, marcando un antes y un después en la maratón y dejando un legado imborrable.
La indumentaria deportiva en los Juegos Olímpicos evolucionó notablemente. Desde los simples uniformes de algodón hasta los sofisticados materiales actuales, marcas reconocidas generan tendencias. Los botines de colores en el fútbol son solo un ejemplo de cómo la moda y la tecnología se entrelazan en el deporte, brindando mayor rendimiento y comodidad a los atletas.
La historia del deporte también incluye casos extraordinarios, como el de Abebe Bikila, un atleta que la industria de la indumentaria deportiva le quedó literalmente chica, pero igual rompió barreras y ganó una maratón corriendo descalzo. Con su hazaña, redefinió los límites de lo posible, inspirando a generaciones de deportistas de todo el mundo.
La historia de Abebe Bikila, el atleta olímpico que ganó una maratón compitiendo descalzo
Cuenta la leyenda que, un joven etíope que comenzó persiguiendo ovejas en las praderas, alcanzó la gloria en los Juegos Olímpicos de Roma 1960. Sin equipo sofisticado ni entrenamientos en centros de alto rendimiento, el atleta decidió correr descalzo la única maratón nocturna en la historia olímpica. En aquella oportunidad, la marca deportiva del evento que reunía a deportistas de todo el mundo fue Adidas que pretendía que todas las figuras usaran algo de la marca. Luego de horas de probarse zapatillas de todas las formas y colores, Bikila emprendió la hazaña que quedó para siempre plasmada en la historia de los Juegos
El etíope se convirtió en el primer africano en ganar una medalla de oro en los en la contienda olímpica, imponiendo un récord mundial con un tiempo de 2h15:16. Su éxito no terminó ahí: en Tokio 1964, superó su propio récord corriendo con calzado y consolidando su legado. Sin embargo, tras un accidente automovilístico que lo dejó sin movilidad en las piernas, Abebe nunca volvió a competir, pero su historia sigue viva como un símbolo de resistencia y grandeza en el deporte.
Fuente Ambito