Una función es una manera simple de decir que 2 cosas están relacionadas, es una regla que asigna a cada valor de entrada un valor de salida. Con las funciones si siempre haces lo mismo, siempre obtendrás el mismo resultado.
Por Julio Molisano|RDN| En una nueva edición de como perder y autodestruirse el peronismo del Chaco, entra en la teoría del caos, acentúa la interna y la disputa politiquera, critica más a los de adentro que al oficialismo arrasador de los recursos públicos, el pueblo se sigue derrumbando, claro que no es nuevo esto, es viejo, cada vez que se pierde pasa lo mismo, se repite la función, los muchachos no ordenan las prioridades, actúan por reflejo, se agolpan en la puerta, el que cae es pisado por la turba, como en la puerta 12, privilegian los intereses personales por sobre los del conjunto y el adversario externo y principal observa el descontrol y actúa en consecuencia, deshilacha la caja del estado, hace estragos y acumula recursos para derrotarlos en el 2025 que está a la vuelta de la esquina.
Sensibilidad extrema
El caos nos enseña que cualquier pequeña discrepancia respecto a las condiciones iníciales, nos lleva a un resultado completamente diferente al que hayamos podido predecir en un primer momento. Esta discrepancia es completamente inevitable e impredecible, y no podemos medirla con ningún aparato que conozcamos. Es un problema en un sistema computacional ya que un ordenador no tiene memoria para almacenar tanta información (decimales de un número), inevitablemente acaba redondeando los números.
Por cada decimal que se añada, las órbitas solo tardarán un número de iteraciones determinado en separarse. Esto quiere decir que si añades un decimal más, las órbitas tardarán solo algún día más en separarse.
Algo tan simple como utilizar 3 o 6 decimales (el redondeo del ordenador utilizado por Edward Lorenz) puede producir cambios más que sustanciales en el resultado final de un acontecimiento. Es lo conocido como sensibilidad extrema.
Abandonar el caos
Con priorizar comenzás a encaminar la trayectoria, ningún interés personal puede estar por sobre el interés del conjunto y ahí comenzas a construir, el famoso bastón de mariscal pero con la vista puesta en el conjunto, el conjunto es el peronismo, no solo tus compinches, es todo el peronismo, los círculos de poder se agotan en sí mismos, no crecen, dispersan, van sumando decimales y construyen el caos, si le opones un proyecto como imagen-objetivo viene la organización y con ello salís al territorio, el éxito se construye, no es fruto de la casualidad, es el resultado de la planificación, organización y acción, como decía el Gral. Perón “hay que arrancar, los melones se acomodan por el camino”.
