El pacto fue firmado en Montevideo el 19 de noviembre de 1973 y entró en vigor el 12 de febrero de 1974.
El Tratado del Río de la Plata y su Frente Marítimo entre Uruguay y Argentina cumplió este lunes 50 años desde su entrada en vigor, el 12 de febrero del año 1974, luego de que fuera suscrito en Montevideo el 19 de noviembre de 1973, entre el expresidente de facto de la dictadura cívico-militar Juan María Bordaberry y el tres veces expresidente argentino Juan Domingo Perón.
El Ministerio de Relaciones Exteriores (MRREE) conmemoró en el día de hoy el pacto a través de su cuenta de X (antes Twitter), el cual tuvo “rol fundamental para el continuo desarrollo integral” de ambas naciones hermanas.
“El Tratado marcó un precedente para el derecho internacional en la solución pacífica de controversias”, expresaron desde la Cancillería, añadiendo que el hecho “reafirma el buen relacionamiento entre ambos países impulsado por los fuertes los lazos de amistad y cooperación que nos unen”.
Asimismo, señalaron que buscarán “continuar promoviendo las acciones que se desarrollan en el ámbito del Tratado”, ya que esto “es prioritario para Uruguay“. “Esperamos seguir avanzando de manera conjunta en todos los temas de interés para ambos países, que repercuten asimismo de forma positiva en la región”, finaliza el comunicado.
El rol de Perón en la firma del Tratado del Río de la Plata
Un mes y una semana después de haber asumido su tercer mandato, el expresidente argentino Perón se dirigió a la capital uruguaya para estampar su firma en el tratado y poner fin a casi un siglo de disputa territorial entre ambos Estados, a pesar de la ilegitimidad del gobierno oriental.
Esto permitió establecer la libertad de navegación para buques comerciales y de guerra en el río más ancho del mundo, siempre y cuando estuviera autorizados por una de las partes y no afectaran la seguridad nacional de ninguno de los dos pueblos.
En su discurso, Perón manifestó: “Hemos tomado conciencia de las enormes riquezas naturales de las que disponemos, cuya defensa y racional aprovechamiento nos crea una obligación irrenunciable ante la humanidad”.
Fuente Ambito