El 27 de abril mi hijo, de 4 años, por primer vez me dijo: “Mamá, te quiero”. Inesperadamente y rompiendo esos largos silencios que le acompañan. En octubre de 2018 fue diagnosticado
con Trastorno del Espectro Autista, y si bien dice algunas oraciones cortas, aún no comunicaba sentimientos de forma espontánea.
Padres todoterreno
Llevábamos entonces más de dos semanas de cuarentena y yo aún tenía en el pecho esa angustia de pensar en cómo iba a hacer con él en casa tanto tiempo, tantas horas, con tantos silencios suyos y miedos míos. Las terapeutas me iban enviando material de trabajo cada día y yo no sabía por dónde empezar. Pero ese lunes todo dio la vuelta. ¿Estaba consiguiendo algo? Una conexión aún mas grande, para empezar y sin dudas.
Acto del 2 de abril del año pasado, frente al Congreso de la Nación, por el Día Mundial de Concientización sobre el Autismo. (Foto: Fernando de la Orden)
A partir de entonces, en varias ocasiones, vuelve a repetir esa frase de la nada, incluso queda registrada, ya que grabar la forma de hacer la tarea es un requisito para que las terapeutas puedan después hacer la devolución. Un equipo excepcional de profesionales atentas a cada avance de mi hijo, un grupo de personas al que estoy eternamente agradecida.
Sentir ese apoyo llegando de afuera y ese amor del pequeño Leo me ha dado fuerzas para convertirme en terapeuta, fonoaudióloga, psicomotricista, ama de casa, maestra, profesora de inglés, compañera de juegos, lo que requiera cada momento del día.
A la hora de acostarlo caigo rendida con él, pero con la satisfacción de que, a pesar de no tocar los archivos de mi trabajo en semanas, de no tener tiempo para yoga, noticieros, ni leer más de un par de páginas por día, siento que estos días en los que el mundo nos obliga a parar están siendo más que bien aprovechados. Ya no me angustia saber cuándo me reincorporaré al trabajo; este es mi nuevo trabajo y nunca lo sentí tan útil y satisfactorio.
Sara Sanz Blasco
sarasanzbl@gmail.com
OTRAS CARTAS
Sobre el Presidente y la confusión
El presidente Alberto Fernández en el acto del Día de la Bandera en la residencia de Olivos (Foto: Presidencia)
- Hay una expresión que, repetida por el presidente Alberto Fernández, nos ha incomodado a muchos y es: “Creo que la gente está confundida”. Le respondo desde mi condición de ciudadana argentina.
Con esa aseveración el Presidente subestimala inteligencia de los argentinos, o de una gran parte de nosotros, y nuestra capacidad crítica como ciudadanos instruidos y responsables. Le daré algunas razones para que sepa por qué millones de argentinos tenemos las cosas claras.
En primer lugar, creemos en una República y en los tres poderes del Estado argentino funcionando responsablemente. Lo que vemos en estos últimos meses es que el Poder Legislativo no trabaja, el Judicial a medias y el Ejecutivo funciona a decretos de necesidad y urgencia, que solo deberían ser una herramienta excepcional.
En segundo término, respetamos y descansamos en la Constitución Nacional. La Carta Magna que el Presidente está queriendo avasallar, ya que el Poder Ejecutivo no puede entrometerse en las cuestiones que maneja la Justicia. Eso es lo que, sin pudor, hace Fernández al querer expropiar Vicentin.
Por último, creemos en la Democracia como sistema de gobierno y ello significa que el verdadero poder reside en el pueblo.
Sería saludable que el Presidente escuche con atención lo que la mayoría del pueblo argentino le está exigiendo en estos días.
En realidad lo tenemos todo claro.
Susana C. Calot
susanaibarbalz@fibertel.com.ar
- No me adjetive, señor Presidente. No estoy confundida. Veo muy claro cuando se quieren llevar puesta la propiedad privada, la Justicia y, con ella, a la República.
Flavia C.
Islas flaviac.islasg@gmail.com
Afirma que la Argentina es un país rico con un pueblo pobre
Mapa completo de la Argentina con su plataforma continental.
La Argentina tiene una longitud de 3.779 kilómetros, similar a la distancia entre Moscú y Lisboa. Con sus 2.780.400 kilómetros cuadrados equivale a estos 15 países de Europa: Francia, España, Alemania, Polonia, Italia, Inglaterra, Hungría, Portugal, Austria, República Checa, Eslovaquia, Dinamarca, Suiza, Bélgica y Eslovenia. Somos el octavo país del mundo en tamaño, solo en su parte continental.
Tenemos un territorio fértil, escasa población con buen nivel de alfabetización y tolerancia racial, abundancia de agua potable y fuentes de energía.
El destino, o Dios, ha sido extremadamente generoso, no tenemos excusas externas.
Pero no terminamos de definir hacia dónde queremos ir, somos cíclicos e inconstantes y además orgullosos de serlo.Entretanto, guiados por una pésima casta política, crece la pobreza, faltan las mínimas condiciones sanitarias, se desvaloriza la inversión de los que aun invierten trabajo y capital, crecen el empleo público y los gastos gubernamentales.
Es deber de Estado propiciar la generación de riqueza y dejar de administrar una creciente miseria.No repartan más pescado podrido, den redes y enseñen a pescar.
Dejen de administrar la crisis. Definamos un rumbo y el mundo volverá a creer e invertir en nuestro adolescente país, que habrá dado el primer paso para crecer.
Nestor Berninzoni
arkiberni@yahoo.com.ar
La salud pública durante la cuarentena
El ministro de Salud de la Argentina, Ginés González García. (Foto: (Xinhua/Martín Zabala)
La definición dice que la salud pública es la disciplina encargada de la protección de la salud a nivel poblacional. En este sentido, busca mejorar las condiciones de salud de las comunidades mediante la promoción de estilos de vida saludables, campañas de concienciación, educación e investigación.
El decreto presidencial de marzo, por su parte, señaló que, con el fin de proteger la salud pública frente a la propagación del nuevo coronavirus, se dispuso que todas las personas que habitan en el país o se encuentren en él en forma temporaria deberán permanecer en sus domicilios habituales, solo pudiendo realizar desplazamientos mínimos e indispensables para aprovisionarse de artículos de limpieza, medicamentos y alimentos.
De acuerdo a datos de un importante centro de diagnóstico se ha registrado que debido a las restricciones de la pandemia pacientes cardiovasculares y oncológicos no consultan o no dan prioridad a su atención.
Esto nos hace pensar que en materia de salud pública la Argentina no está cumpliendo con su misión. Es correcto el accionar sobre los cuidados con respecto al virus. Pero no se ha concientizado sobre la necesidad de no olvidar la prevención y tratamiento sobre enfermedades mucho más graves y de hacer campañas entre la población para que no lo olviden. Es muy probable que en este año y en los venideros aumente la mortalidad por esas causas ya que los casos no detectados a tiempo hoy son las muertes de mañana.
Emilio Hansen
emiliohansen@gmail.com.
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