El presidente de Castilla-La Mancha atiende a ABC desde la sede de la presidencia regional por videoconferencia. Durante la conversación se centra en hacer un llamamiento a la unidad, aunque se muestra
pesimista sobre las posibilidades de alcanzarlo. Se muestra prudente con la desescalada y alerta de que quedan muchos meses por delante conviviendo con el virus. Reconoce que ha habido errores en la gestión, aunque ve también problemas de previsión de la OMS. ¿En qué situación estamos tras un mes de confinamiento? Como en toda crisis al principio solo aparecen las cuestiones negativas. Pero la sociedad española con el tiempo podrá extraer también ejemplos y conclusiones positivas. Estamos teniendo un patriotismo íntimo. Me gustaría que ese sentido colectivo lo mantengamos después. Tenemos de los sistemas sanitarios mejor preparados del mundo. Los españoles estamos sacando lo mejor de nosotros mismos. Es verdad que el virus va a traer una agenda social económica y política totalmente distinta a lo que teníamos. Nada va a ser igual. ¿Y cómo debe ser la estrategia de la desescalada? A corto plazo lo fundamental es que podamos garantizar que toda persona que tenga un síntoma pueda tener un circuito rápido de atención. La desescalada como concepto lo veo difícil. Más bien viene una escalada. Una operación salida. Inevitablemente vamos a estar no menos de un año conviviendo con el virus. La clave es saber cómo atender lo ordinario sin desatender esa realidad. Habrá que construir un sistema parcial, paralelo. Que permita que la sociedad siga su curso y que permita que la enfermedad sea tratada de manera especial. En Toledo tenemos varios hospitales. Puede destinarse un centro a esto o una parte de cada centro a esto mientras el resto sigue viviendo. Yo quiero que la desescalada no empiece tanto por la parte económica, sino por cómo afrontamos los siguientes casos. Pero tiene que haber una respuesta económica. ¿Cómo debe ser? La crisis de hace unos años tenía un cierto sentido ideológico. Fue una deformación de un mal uso del sistema comercial y económico que tenemos. No es el caso, esto es un virus. Afecta igual a gente rica o gente pobre. Y esto es importante. Yo puedo entender, y se lo he dicho al Gobierno porque leo cosas en el ámbito de Podemos, que la salida de la crisis se busque de un modo u otro. Si queda dinero para hacer salidas… que no sé si vamos a tener opciones. Lo que no estoy dispuesto a aceptar es que la crisis tiene un carácter ideologizado. He encontrado discursos contra los empresarios… por Dios, nadie quiere cerrar su empresa ni su taller. Aquí está sufriendo todo el mundo. ¿Ve posible el acuerdo que está planteándose en el ámbito nacional? Yo soy partidario de que haya un consenso nacional. Celebro que nos hayamos sentado con Urkullu y Torra. Y que nos hayamos tratado de tú. Es lo que tenía que ser. ¿Va a acabar este virus con otros virus políticos? Ojalá. Lo que sí sé es que me preocupa que de esta crisis salga la sensación de que el Estado no funciona. Se lo he dicho a responsables del PP y de Cs. Si la conclusión es que el Estado no funciona, se le estará haciendo el caldo gordo a los que reniegan del Estado. ¿Habrá unidad? ¿Deben cambiar las alianzas del Gobierno? Los independentistas han vuelto a hablar de la mesa de diálogo… La sociedad española ha reaccionado unánimemente frente al virus. Es admirable. La sociedad ha demostrado una unidad que no tenía la política antes del virus. ¿Cuando pase el virus va a haber unidad en la política? No lo sé. Soy pesimista. Pero la gente se ha unido con el dolor lo mismo que con la victoria. Pero que salgamos fortalecidos como clase política lo dudo mucho. ¿Y ese pesimismo es por la relación entre el PSOE y el PP? En la medida en que el Gobierno de España salió con los votos de los independentistas, creo que si alguien tiene que poner de su parte es Pablo Casado. Si la condición para arreglar esto puede ser que no se dependa de los independentistas… puede ser. Pero debe ser sobre la base de un acuerdo serio y sincero. Yo me quedo con que el caos político no ha influido en la reacción unánime de los españoles. ¿En la desescalada serán suficientes las competencias autonómicas? ¿O debería prorrogarse mucho tiempo el estado de alarma? ¿España estaría hoy mejor teniendo todo concentrado en el Ministerio de Sanidad? ¿O está mejor con 17 autonomías que aunque a veces se confundan son 17 máquinas operando? Por eso hoy tenemos el sistema sanitario que tenemos. Porque es una prioridad. Y le hablo de gente que sabe mucho de sanidad como Feijóo, al que muchos pedimos opinión personal, o como le puede decir mi buen amigo el presidente de Castilla y León, o como le puedo decir Ayuso, que la están machacando. No creo que sea bueno contraponer el estado autonómico al central. A toro pasado podíamos decir muchas cosas. Yo cuando haga mi comparecencia global empezaré lo primero de todo pidiendo disculpas. Si hay algún Gobierno que quiera presumir de éxito en la gestión es absurdo. Con miles de muertos lo más que se puede es tener cabeza y saber que se ha hecho lo que se ha podido. Pero no he visto a nadie con mala intención. ¿Ha coordinado bien el Gobierno? Si queremos hace el análisis mañana habría que empezar por cómo ha alertado China y cómo alertó la OMS. Yo a la OMS le he escuchado decir 60 cosas distintas. Lo que puedo dar fe es que los criterios de Sanidad fueron los que planteó la OMS. El Ministerio ha intentado la coordinación. En otros ámbitos ha podido haber más problemas. Sobretodo en el ámbito legislativo. Cuando la Comunidad de Madrid cerró los colegios, y no lo critico, eso consiguió que nos vinieran miles de personas con sus abuelos a la región. No juzgo las intenciones. Pero eso nos ha llevado a todos ir muy por detrás. Y ese mismo día el Gobierno nos pedía que no cerráramos los colegios. El mismo día. Y yo mantuve esa posición de lealtad. Hasta que esa misma tarde me enteré por la televisión que el Gobierno cambiaba de criterio. ¿Cuál ha sido el problema de gestión más grave? ¿Actuar tarde? Visto con perspectiva, yo tengo una opinión que creo que no tiene sesgo ideológico ni sobre el 8-M ni sobre el acto de Vox. En España empezamos diciendo que los casos que había no eran españoles, eran importados. Sensación de la Administración de que aquí no había llegado el virus y que ya lo abordaríamos cuando tocase. A lo mejor tampoco puedes cerrar un país por cuatro casos. Es muy complicado. Lo que ya sí sé es que hace unos días hemos visto el pico de la mortandad. Es evidente que el momento de expansión ha pasado. Nosotros calculamos que entre el 4 y 5 de marzo y el 12-14 de marzo estaba como una flor echando el polen. ¿Era posible saberlo? En ningún caso. ¿Le habría pasado lo mismo a Rajoy? En términos epidemiológicos, seguro. El señor Simón ha estado con los dos. Este es un dato que no es poco importante. «No va a quedar ni un euro para hacer debate ideológico» ¿Cómo deben ser los próximos Presupuestos? ¿Sería bueno pactarlos con el PP? Hay un discurso que tiene que abandonar la derecha clásica que es que la sanidad no es el principal problema. Cuando sabemos que lo que nos queda es invertir más en sanidad. Y no estoy haciendo un discurso de sanidad pública o privada, se trata de inventar realmente. Por otro lado, Pactos de la Moncloa como tal no van a ser, pero espíritu de consenso como en aquel momento sí se necesita. El que juegue a utilizar los muertos o al frentismo se equivoca radicalmente. No hay más salida que la de unirse. No va a quedar ni un euro para hacer debate ideológico. Por esto último que dice ¿es prioritaria la estabilidad presupuestaria? ¿Es preferible entonces el acuerdo con PP y Cs? Hay que atender en relación inversa al que más necesita con el que menos. Yo parto de esa base. España va a tener durante tres años unos Presupuestos irreales. Presupuestos de crisis, de emergencia. Y a mi me gustaría, y creo que Pablo Casado, lo digo con el aprecio personal, haría un favor inmenso al PP y a una parte de la derecha que reclama unidad. Creo que Casado, si fuera por él, si no le condicionaran otros límites, yo creo que intentaría abanderar un cierto acuerdo nacional. Porque el día de mañana puede que le toque a él. Otros no, otros van a jugar siempre a tener una minoría de hierro. Necesitamos entre todos un acuerdo de mínimos. Que además en cuanto nos pongamos a negociar vamos a llegar a más acuerdos de los que parece. Entre otras cosas porque no hay dinero para hacer grandes novedades. Nos va a dar para combatir el virus, fortalecer el sistema sanitario y ayudar a todo el sector productivo. Habla de que los recursos pueden escasear. Pero ahora la medida inmediata por parte del Gobierno es la renta mínima. Yo entiendo que haya que garantizar un colchón mínimo por familia. Por familia, porque por persona es más complejo. Pero hay que vincularlo al trabajo. A la voluntad de querer trabajar. Lo contrario nos lleva a un país subvencionado. A lo mejor esto me genera críticas en mi partido o hay gente que me lo critica demagogicamente. Pero España no puede arreglar esta pandemia pasando a ser un país subsidiado. Eso le ha valido a otros que tenían grandes materias primas. Pero no es nuestro caso. Nosotros tenemos que sacar adelante nuestro espíritu emprendedor. Yo en mi tierra encuentro una voluntad de empresarios y sindicatos tremenda para llegar a acuerdos. Incluso el presidente de los empresarios en España, Antonio Garamendi, tengo que decirle que me parece dispuesto. Cuando ha saltado, ha sido porque se ha sentido engañado. Pero puedo decir que le veo con unas ganas de llegar a acuerdos que ya habrían querido otros gobiernos.
FUENTE DIARIO ABC: