Llegará el día que esta pandemia pase. El día en que podamos volver a lo que hasta ahora definíamos como la vida normal. El día donde volvamos a darnos la mano
y podamos abrazarnos.
Sin embargo, es imprescindible que el día antes de ese día nos detengamos, paremos, reflexionemos sobre lo vivido. Si no lo hacemos estaríamos desperdiciando una oportunidad única para entender que nos hizo más fuertes y cómo debemos trabajar para un futuro mejor.
En estos días diferentes tratamos todos de coincidir en valores y acciones comunes para proteger a nuestros seres queridos, a nosotros y aún a los que no conocemos. En todas esas coincidencias logramos encontrar la fortaleza para creer que podíamos salir adelante.
Hemos tenido la capacidad de “imaginar al otro”. Para cuidarlo y también para pedirle que nos cuide. Y bien haría el Estado, tan ausente a menudo en los temas que le compete, en tomar debida nota también de esta experiencia. En la salud, en la educación, en la economía. Esa economía tan desgarrada que nos dejará esta tragedia.
En el encierro nos vimos obligados a liberar el pensamiento y la imaginación para superarnos. No perdamos esas fuerzas que son tan humanas. Por otra parte, los gobernantes deben desmitificar su creencia de que todo lo pueden hacer solos y así, junto a todos, delinear el camino del progreso que necesitamos.
Al final, este virus, tan invisible a nuestros ojos, ha revelado el desconcierto y el desamparo que podemos sentir si el otro no vela y lucha también por nosotros.
Y el otro es nuestra familia, nuestros amigos, pero también es aquel que ni siquiera saludamos o conocemos, pero que hoy deseamos que esté bien y que se cuide. Y que nos cuide.
Llegará entonces el día en que recuperaremos las libertades de la vida. Pero deberá ser con la lección aprendida. Aprendida por todos. ¿Es una utopía? No lo es. En definitiva, la historia nos enseña que el hombre solo cabe en la utopía y la esperanza.
Matías Aníbal Rossi
matiasrossi2014@gmail.com
OTRAS CARTAS
Piden por una médica pediatra varada en Japón
Todavía quedan argentinos que no pueden regresar. En la imagen, el aeropuerto de Miami con varados que regresaban al país. Foto: Consulado de Argentina en Miami.
La doctora Isabel Squassi, pediatra argentina, prestigiosa infectóloga infantil y jefa del departamento de Tisiología del Hospital Ricardo Gutiérrez, se encuentra varada en Japón desde antes del comienzo de esta pandemia de coronavirus. Hasta el momento no tiene una fecha cierta de regreso a nuestro país.
Como colegas y amigos de Isabel queremos solicitar que se arbitren con la mayor urgencia posible todos los medios que sean necesarios para su rápida repatriación. Del mismo modo reclamamos por este medio que se interceda ante todas las autoridades que corresponda a tal fin.
La doctora Squassi constituye un recurso médico humano imprescindible y de mucho valor en este momento tan especial que hace indispensable su presencia y aporte con su trabajo en nuestro país. Confiamos y estamos esperanzados en que se efectúen todos los esfuerzos necesarios para hacer esto posible.
Claudia Muente
Médica
(Acompaña el pedido de Claudia Muente la firma de otros 15 colegas de Isabel Squassi)
claudiamuente@yahoo.com.ar
“Se necesitan nuevas ideas para salir de la cuarentena”
El presidente Alberto Fernández sostiene: “Salir ya de la cuarentena sería llevar a la muerte a miles de argentinos”. Foto:Presidencia
Mi madre de 87 años comentó: “Qué bien Alberto…” refiriéndose al discurso de hace unos días cuando se prolongó la cuarentena hasta el 10 de mayo. No quise contradecirla.
Ella estaba contenta con algo de un gobierno que no votó, pero no pude dejar de preguntarme: ¿Cómo puede un jefe de Estado basarse en una dicotomía falsa e inválida como salud versus economía? ¿Cómo es posible, después de 37 días de cuarentena, que no haya dispuesto alguna alternativa a: “Prefiero un trabajador en su casa antes que muerto”? ¿No tiene alguna otra idea para aportar?
Desde el pensamiento llano de un ignoto monotributista, ¿por que no sumar más actividades económicas a la lista de rubros autorizados? ¿Por qué prohibir en lugar de permitir empezar a trabajar con las precauciones que a esta altura casi todos conocemos y respetamos? Precauciones que las que se le suman los protocolos especiales para cada actividad. ¿Pensará que sigue en campaña?
Mariano González Calderón
marianomotocare@gmail.com
Solicita un gesto solidario de los colegios privados
Quiero comunicar una situación injusta que, en medio de la pandemia Covid-19, tiene que ver con las cuotas de los colegios privados. Su atención pedagógica se mantiene y es sabido que dentro de la estructura de costos de una entidad educativa los sueldos de docentes y no docentes representan un porcentaje muy significativo. Pero entiendo que lo que excede a ese gasto debería ser objeto de un ajuste por parte de los responsables económicos de estas instituciones.
Que la escuela esté cerrada, o funcionando en su mínima expresión, hace que los gastos que impactan en los resultados se vean disminuidos. Algunas de estas erogaciones son servicios públicos (luz y gas), servicios externos de limpieza, seguridad, fotocopias e impresos, cocina, asistencia médica de emergencias y mantenimiento edilicio, entre otros.
Al haber una reducción en estos desembolsos se debería esperar una rebaja de los valores de cuota y matrícula mientras este segmento no vuelva a la normalidad. Esperemos un gesto de solidaridad.
Gabriel G. Borgnia
gabrielborgnia@hotmail.com
Afirma que el mundo está perdiendo el control
No caben dudas de que el Covid-19 ha hecho enloquecer al mundo. Algo tan insignificante, pero a la vez poderoso, como este virus está atacando los nervios de las personas.
Basta recordar lo que dijo el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. El mandatario sugirió que pusieran lavandina o luz solar en la gente para que se limpie del virus (N de la R: Médicos y científicos tacharon de “irresponsables y peligrosas” las sugerencias del presidente).
El clásico libro de estrategia El Arte de la Guerra dice que la clave de una victoria es conocer a tu enemigo. Y no hay dudas: nuestro enemigo es la pérdida de control.
María Burroni Zubeldía
beatrizburroni@hotmail.com
Sugiere utilizar Vaca Muerta para evitar el default
Vaca Muerta. Foto: AFP – Emiliano Lasalvia
Como argentino me siento preocupado por una eventual caída del país en default y comparto lo manifestado por el empresario Cristiano Rattazzi que, junto a otros empresarios, pidió no caer en una cesación de pagos.
Para evitarlo sugiero una propuesta nueva que puede satisfacer tanto al Gobierno nacional como a los bonistas. La misma consiste en reemplazar los bonos actuales por una participación en la producción incremental en Vaca Muerta que será administrada por un fideicomiso a constituir al efecto Es obvio que los bonistas, a través del fideicomiso, invertirán las sumas necesarias para elevar la producción de gas y petróleo al máximo posible sacando a Vaca Muerta de su letargo actual.
Y no será cierto que esto puede significar regalar el yacimiento pues la propiedad seguirá en manos de las provincias donde está localizado y ellas continuarán cobrando sus regalías.
Guillermo P. Martin
guillermo_patricio_martin@hotmail.com
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