Lo que parecía hace unas horas la bravuconada del presidente de un club se ha convertido en el debate nacional del mundo del fútbol. A las palabras de Miguel Ángel Ramírez, máximo
responsable de la Unión Deportiva Las Palmas, asegurando que habría público en las gradas del estadio de Gran Canaria el día 13, respondía ayer el Gobierno abriendo los brazos. Conciliador, pero sin euforia. Dejando abierta la puerta a que haya aficionados en los estadios esta misma temporada, aunque reconociendo al mismo tiempo que es una posibilidad complicada. No se cumplirá el deseo del presidente del Las Palmas, pues no habrá seguidores de su club animando al equipo desde la grada en el primer partido tras la reanudación. Ese… Ver Más
Fuente La Razon: