Otro embate K contra la Corte: el titular del Consejo de la Magistratura quiere ampliarla para controlar sus fondos

más de fe en la conducción y en la muñeca. No pueden ser tan llorones. Y la Corte no va a largar un mango en la puta vida”, sostiene la voz viralizada en los chats de Whatsapp de varios jueces. ¿Su autor? El camarista Alberto Lugones, presidente del Consejo de la Magistratura, quien le aclara a sus destinatarios que sólo podrán contar con el dinero del fondo anticíclico que tiene la Corte cuando “haya una mayoría diferente” en el máximo tribunal.

Lugones preside el órgano que se ocupa de seleccionar e integrar las ternas de candidatos para ocupar juzgados nacionales y sancionar su disciplina. Preside el Consejo desde febrero, cuando fue elegido como representante de la Lista Celeste de la Asociación de Magistrados, afín al oficialismo. Antes de ello, Lugones había sido uno de los adherentes originales de la agrupación ultra K Justicia Legítima. 

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En las últimas semanas el juez protagonizó varias controversias por sus dilaciones en responderle a los tribunales orales federales que están a cargo de causas por corrupción en el kirchnerismo, que le pedían al Consejo ayuda tecnológica para poder continuar con las audiencias por vía online mientras dure la cuarentena.

Al TOF 2, que juzga a Cristina Kirchner por el direccionamiento de la obra pública vial de Santa Cruz hacia las empresas de Lázaro Báez, le respondió que debía esperar a que antes le contestaran a otros 300 pedidos, que habían llegado antes al Consejo o eran considerados “más urgentes”. Cuando los miembros del Tribunal objetaron esa decisión, y la cuestión llegó a los medios, Lugones volvió a sorprender, diciéndoles que hubiera preferido que se reclamo se hubiese mantenido en reserva.

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Como administrador del presupuesto del Poder Judicial -excepto la pequeña fracción que maneja directamente la Corte para sus gastos- el Consejo de la Magistratura es el órgano al que llegan todos los reclamos para cubrir necesidades salariales y materiales de los juzgados y tribunales nacionales.

Con una caída de ingresos propios causada por la reducción de actividades por la feria judicial extraordinaria disparada por el coronavirus, y aumentos salariales comprometidos desde el año pasado, la Magistratura le solicitó a la Corte que le transmita al gobierno un pedido de 4.000 millones de pesos para poder pagar los sueldos y aguinaldos. La cifra necesaria para cubrir las necesidades hasta fin de año es cuatro veces más grande.

El máximo tribunal no respondió ese pedido, que venía acompañado por otro: que la misma Corte colaborara con un envío de fondos provenientes de sus ahorros, depositados en un fondo anticíclico cuyo valor rondaría los 30.000 millones de pesos.

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En ese marco, Lugones envió su polémico audio: “No lloren, che. Se les están pagando, el aguinaldo del Poder Judicial se paga ahora. Y el sueldo de julio también lo van a cobrar íntegro. A ver. Tengan un poquito más de fe en la conducción y en la muñeca. No pueden ser tan llorones. Y la Corte no va a largar un mango en la puta vida”, sostiene el juez.

“Creo que lo único que puede largar es cubrir los gastos que hicimos de insumos para el tema salubridad, higiene y todas las demás cosas que se aprobaron en los últimos días. Eso se va a aprobar. Es lo único que van a dar. Después olvídense. Olvídense. Olvídenlo. La Corte eso lo tiene no sé para qué pero lo tiene. Habrá que cambiar a los ministros de la Corte, que haya una mayoría diferente y en consecuencia, con una mayoría diferente, se podrá disponer del capital ese que tienen guardado y los intereses, de manera que sea productivo para el Poder Judicial”, concluye. El monto que efectivamente “largó” la Corte para comprar insumos de higiene y limpieza por la pandemia, fue de 40 millones de pesos.