A las 20 horas y 19:55 minutos del jueves 28 de enero de 2021, el «Yes We Cam!» cruzaba la línea de llegada de la Vendée Globe en Le Sables d´Olonne después
de 80 días, 13 horas y 44:55 minutos de regata.<iframe width=”510″ height=”400″ src=”https://www.youtube.com/embed/ypPZy6jF7L4″ frameborder=”0″ allow=”accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture” allowfullscreen></iframe> Jean Le Cam, originario de Quimper en el Finisterre francés. Se inició en la navegación a vela desde muy joven, participando en regatas con su padre y en la Clase 420 con Hubert Desjoyeaux. Realizó el servicio militar en la tripulación de Éric Tabarly, con quien formó parte de la tripulación junto a Michel Desjoyeaux. Con 19 años debutó en La Solitaire du Figaro de 1978 con un barco prestado y preparado días antes de la salida de la regata en la que finalizó en el puesto 11; siendo uno de los patrones habituales en esta regata que la ganaría en tres ediciones: 1994,1996 y 1999; triplete que comparte con Philippe Poupon, Michel Desjoyeaux, Jérémie Beyou, Yann Eliès y Armel Le Cléac’h.<iframe width=”510″ height=”400″ src=”https://www.youtube.com/embed/hlceg3urxfE” frameborder=”0″ allow=”accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture” allowfullscreen></iframe> Fue tripulante del kecht «Euromarche», patroneado por Éric Tabarly, en la Whitbread Round the World Yacht Race de 1981-1982 con cuatro etapas: Southampton-Ciudad del Cabo, Ciudad del Cabo-Auckland, Auckland-Mar del Plata y Mar del Plata-Portsmouth. Edición en la que participaron un total de 29 monocascos de los cuales finalizaron 20. Regata que ganó el Flyer II de Conny van Rietschoten, y el «Euromarche» finalizaría en décima posición.<iframe width=”510″ height=”400″ src=”https://www.youtube.com/embed/x-blTQ1HHqw” frameborder=”0″ allow=”accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture” allowfullscreen></iframe> Entre medias participó en el circuito de multicascos Fórmula 40, en varias ediciones de las transatlánticas Route du Rhum y Jacques Vabre, y en dos vueltas al mundo de la Barcelona World Race.<iframe width=”510″ height=”400″ src=”https://www.youtube.com/embed/VaSbivqdigA” frameborder=”0″ allow=”accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture” allowfullscreen></iframe> Con 61 años Jean Le Cam ya está muy bregado en la navegación oceánica y es un gran conocedor de la vuelta al mundo a vela en solitario sin escalas ni ayuda externa Vendée Globe. En 2004-2005 finalizó en segunda posición después de 87 d. 17 h. 20 min. y 08 s.; en 2008-2009 abandonó cuando marchaba en tercera posición con el «VM Matériaux» tras perder el bulbo de la quilla el 6 de enero de 2009 frente cabo Hornos, y fue rescatado con vida por Vincent Riou. En las ediciones de 2012-2013, 2016-2017 y 2020-2021 -su quinta participación- finalizó en el 5º, 6º y 4º puesto después de 88, 80 y 80 días respectivamente. Vientos entre los 25 y30 nudos de intensidad, lloviendo, olas con 2,5 metros de altura, de noche, Jean Le Cam cruzaba la línea de llegada en Le Sables d´Olonne, completando su quinta Vendée Globe. Siempre ha dicho “cuanto más dura es la regata, más intenso es el final”, y así fue el apoteósico recibimiento que tuvo al llegar: “He pasado por muchas cosas difíciles en mi vida, pero esta vez he experimentado lo insoportable. Lo estamos consiguiendo. Sigue siendo increíble. Es un milagro que esté aquí hoy. Es increíble. Cuando desembarqué a Kevin en el Índico, a 360 millas al norte al norte del archipiélago Crozet, estaba en el frente cálido y al día siguiente el barco se estaba deslaminando, el casco se movía 5 centímetros, se estaba agrietando. Y en esa situación, si se rompe, te hundes. Hice una primera reparación, corté los tanques de lastre. Estaba hasta el cuello de carbono, no tenía suficiente resina… Luego se rompió de nuevo. Me fui más al norte con mucho mar, así que paré una segunda vez para hacer reparaciones. Y todos los días desde entonces, he estado cruzando los dedos para que no se produjera. Ni siquiera me atrevía a seguir adelante. Ya no utilizaba los tanques de lastre, ya que había cortado el del medio, por lo que ya no podía abrir la válvula, de lo contrario me hundiría. Hubert me trajo de vuelta y le ayudé. Vi que mi primera reparación funcionaba, así que me dije que podía ir más allá. Luego volvió a romperse en medio del Pacífico y no tuve más remedio que llegar hasta el Cabo de Hornos. Y en el Cabo de Hornos había 50 nudos, así que no podía acercarme más a la plataforma continental, así que pasé a 100 millas de la costa. Después de tres semanas de miseria, por fin hubo diversión. Seguí navegando hacia el norte y me dije: “Si voy a estar en una balsa salvavidas, es mejor estar en una balsa salvavidas, mientras el agua esté caliente”, y luego, “¿No sería mejor estar en tu balsa en medio de los vientos alisios? ¿Por qué no lo he comentado? Porque decir cosas así habría causado controversia. No era algo que preocupara al resto del mundo. Lo explico como algo que es una realidad, pero que ya ha quedado atrás. Si cuento esto es porque esta Vendée Globe ha sido tan especial y dura. Es una locura esta acogida, con tanta gente diciéndote lo que les has hecho pasar. Todas esas personas que estaban allí a las 2 de la madrugada, son apasionadas. Sientes esta profundidad, esta sinceridad. Es hermoso, es hermoso. Nunca podrás tener esa belleza en otras situaciones. Eso es en parte por lo que es extremo”. Es habitual que cuestiones graves o importantes no transciendan más allá de un velero, siempre se guarda a bordo lo esencial que motiva a continuar en regata. Jean Le Cam ni comentó los problemas estructurales que tenia a bordo, ni el que se hubiese roto una costilla días antes de llegar. El Rey Le Cam cumplió con el guion propio de un gran noble de la mar hasta que puso pie en el pantalán de Le Sables d´Olonne. Una gran sorpresa la que le preparó PRB por rescatar con vida a su patrón Kevin Escoffier, colocando unas pantallas gigantes donde lucía la imagen de Jean y el eslogan “Yes We Cam!”. En la alfombra roja le esperaban, además de su mujer, Roland Jourdian, Bernard Stamm, Vincent Riou y Damien Seguin -con una copa de vino en la mano-. Durante la rueda de prensa, Damien Seguin (séptimo con el «Groupe APICIL» en 80 días, 2 horas y 58:20 minutos) que estaba presente respondió a Jean: “Esta Vendée Globe ha sido excepcional y si estoy aquí hoy es gracias a ti, Jean. Podría darte las gracias todos los días, pero eso nunca podría compensar todo lo que me has aportado. No hay un día que pase en el que no haya pensado en ti. Sólo quiero dar las gracias. Cuando soñaba con la Vendée Globe, soñaba con los hidroplanos, y usted sabía cómo hacerme ver lo esencial. Estamos en la llegada, y eso es genial”. Quien conozca a Jean Le Cam sabe que es muy inteligente, cierto es que tiene un sentido del humor socarrón, pero una vez más ha vuelto a defender a los patrones que desean participar en una Vendée Globe pero que no disponen de presupuestos desorbitados en los que los equipos se gastan en 6 y 7 millones de euros en la construcción de nuevo IMOCA. “Creo que entre Benjamin Dutreux, Damien Seguin y yo, hemos dado a los jóvenes la confianza de que la Vendée Globe sigue siendo accesible. Hoy en día, esta regata se está volviendo económicamente inaccesible. Hay barcos que valen entre 6 y 7 millones de euros, así que nos preguntamos si es necesario tener una multinacional como patrocinador para poder participar y no quedarnos al margen. Me atrevo a esperar que esta edición de la Vendée Globe permita a los organizadores mirar el futuro desde una perspectiva diferente. Es importante -esencial- que la Vendée Globe sea accesible para las pequeñas y medianas empresas y los jóvenes”. En la clasificación oficiosa, Le Cam ha sido el ganador entre los IMOCA con derivas rectas; que era su objetivo antes de iniciar esta novena Vendée Globe. Defendía y defiende que los OPEN 60 anteriores a los nuevos con foils también tienen su participación en esta regata. En el video que publica el diario parisino Le Monde entrevistando a Armel Le Cléac´h por el periodista Pierre Trouvé sobre la aparición y evolución de los foils. Le Cléac´h comenta que sin los foils no hubiese invertido 74 días en dar la vuelta al mundo cuando ganó la Vendée Globe en 2016-2019, “en esa edición, con los foils ganabas hasta cuatro nudos más de velocidad… y en la de 2020-2021, con los foils más grandes, algunos barcos podían ganar hasta 8 nudos más de velocidad en condiciones de mar plano y viento favorable… por lo que el barco puede alcanzar los 35 nudos de velocidad. Pero en condiciones de mar dura, como se ha visto esta vez en el océano Índico estos barcos tenían problemas para frenar. Aceleran muy rápido, y deceleran muy rápido, por lo que la velocidad es muy aleatoria, lo que lo hace totalmente incómodo…”. El dilema está sobre la mesa de la Clase IMOCA y en el seno de la organización Vendée Globe, y Jean Le Cam siempre defenderá que a los OPEN 60 con derivas laterales rectas no se le puede dejar fuera de esta regata porque son barcos que permiten competir con unos presupuestos más contenidos y accesibles a jóvenes patrones.
Fuente La Razon:
https://www.abc.es/deportes/vela/vela-oceanica/abci-papi-vendee-globe-202101302001_noticia.html