Bryson DeChambeau levantó los brazos antes de que la pelota golpeara en el suelo. Sabía que lo había conseguido: atajar en el campo por el lado más corto, pero más difícil: recto,
cruzando el lago de lado a lado. Una barbaridad de golpe que casi nadie se había atrevido a realizar porque significa precisión, técnica y fuerza, mucha fuerza. Desde 2003 nadie había lanzado tan lejos, nadie se había atrevido. DeChambeau levantó los brazos, los artífices de este récord.<blockquote class=”twitter-tweet”><p lang=”en” dir=”ltr”>370 yards. <br><br>The longest drive on the 6th hole since 2003.<a href=”https://twitter.com/hashtag/QuickHits?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw”>#QuickHits</a> <a href=”https://t.co/zkL2jlU8S3″>pic.twitter.com/zkL2jlU8S3</a></p>— PGA TOUR (@PGATOUR) <a href=”https://twitter.com/PGATOUR/status/1368287372681613313?ref_src=twsrc%5Etfw”>March 6, 2021</a></blockquote> <script async src=”https://platform.twitter.com/widgets.js” charset=”utf-8″></script> Fue en el sexto hoy del Bay Hill Club & Lodge de Florida, un green que mide 555 yardas, pero que, acortadas como hizo DeChambeau suponen esas 370 yardas (unos 340 metros) que ya llevan su nombre. El golfista, a quien apodan el Científico por sus análisis sobre su deporte -estudió Físicas- llevaba unos días preparando el golpe, ensayando contra viento y dificultades técnicas que se solucionaron el día preciso: buen tiempo y buena cara. En su movimiento se aprecia ese imprescindible golpeo antes de cadera que de brazos, pero que, en su caso y por la fuerza y la velocidad a la que debe ejecutarlo para que la pelota vuele tanto, recuerda más a un golpeo de béisbol o de cricket o incluso de tenis que de golf. De hecho, las empuñaduras de los palos del estadounidense son más gruesos que los normales.<blockquote class=”twitter-tweet”><p lang=”en” dir=”ltr”>Thought I would attempt to carry the 6th hole today (340 with the carry). Wind was brutal and I came up short (only gave it a few tries), but might be something I go for if the conditions are right. We’ll see. <a href=”https://twitter.com/APinv?ref_src=twsrc%5Etfw”>@APinv</a> <a href=”https://twitter.com/FlightScopeGolf?ref_src=twsrc%5Etfw”>@FlightScopeGolf</a> <a href=”https://twitter.com/cobragolf?ref_src=twsrc%5Etfw”>@cobragolf</a> <a href=”https://t.co/0GObXvoYWV”>pic.twitter.com/0GObXvoYWV</a></p>— Bryson DeChambeau (@b_dechambeau) <a href=”https://twitter.com/b_dechambeau/status/1367220322966110212?ref_src=twsrc%5Etfw”>March 3, 2021</a></blockquote> <script async src=”https://platform.twitter.com/widgets.js” charset=”utf-8″></script> Es el resultado de este nuevo golf, con los jugadores más prestos a pasar por el gimnasio para ganar esa fuerza muscular que los ayude en los golpeos. DeChambeau ganó 20 kilos con pesas y batidos de proteínas. Campeón del Open Estados Unidos el año pasado, el método no parece tan malo. Pero no a todo el mundo parece gustarle la deriva de esta disciplina. De ahí que también la Federación internacional busque alternativas, como acortar las distancias para evitar estos bombardeos que puedan terminar con otras cualidades. Es el resultado del nuevo deporte, más físico que nunca y que también se observa en hockey o en tenis. Aunque quien lidera en el Arnold Palmer Invitational es Lee Westwood, al que le sirvió una mejor tarjeta sin tanto aspaviento.
Fuente La Razon:
https://www.abc.es/deportes/abci-bryson-dechambeau-370-yardas-202103071104_noticia.html