José Linares, un pastor evangélico de ideas conservadoras y con relación con el poder, protagonizó esta semana un gran escándalo en Perú al ser acusado por una hija de que la violó sexualmente desde que ella tenía ocho años, lo que generó debates sobre los nexos religión-política.
“No solamente me violó: me pegaba de una manera brutal, como si fuera un animal”, dijo la mujer, hoy de 33 años, en el programa de televisión “Al estilo Juliana”, donde se presentó con el rostro semioculto para denunciar al presidente del Movimiento Internacional Pro Familia y Pro Vida.
Como consecuencia, según la denunciante, cuya identidad fue comprobada por el programa, nacieron dos niños que vivieron y crecieron con el pastor. El primer nacimiento fue cuando la madre tenía 12 años y el segundo cuando tenía 16.
La denuncia, presentada también ante la Policía, centró los reflectores en Linares, quien desde su movimiento, del que dice que tiene ramificaciones en el exterior, ha promovido políticas para “preservar la familia y la vida”.
El pastor, que guarda silencio tras el escándalo, es opositor a la instrucción sexual en los colegios, el aborto, los derechos LGTBI y el feminismo. Para ello, ha estado próximo a líderes como la excandidata presidencial Keiko Fujimori, del partido de derecha Fuerza Popular (FP), considerado el mayor del país.
“Me cuesta decirlo porque no lo he hablado. He tenido que recibir terapia psicológica y psiquiátrica. Los abusos se daban en los viajes que hacíamos porque éramos solamente él y yo, o en la bañera y en el cuarto”
“Varios líderes políticos y activistas conservadores deberían hacer una reflexión sobre cómo cobijaron por años a alguien como Linares y lo convirtieron en interlocutor válido”, reaccionó el doctor en Ciencia Política José Alejandro Godoy en medio del silencio de quienes antes se lucían junto al religioso.
El mayor protagonismo político del pastor se dio en 2016, cuando promovió intensamente la candidatura presidencial de Fujimori, derrotada al final por estrecho margen por el liberal de derecha Pedro Pablo Kuczynski.
Esa vez, Linares, como líder de la Coordinadora Cívica Cristiana Pro Valores -alianza de agrupaciones evangélicas y católicas-, logró que Fujimori se comprometiera por escrito a promover la agenda social de esos sectores.
Tras la denuncia de la hija, en las redes sociales han circulado videos y fotografías en los que se observa a Fujimori y Linares compartiendo escenarios e intercambiando reconocimientos. Lo mismo con otros políticos.
El pastor violador José Luis Linares Ceron a lado de Luisa María Cuculiza haciendo campaña por Keiko Fujimori pic.twitter.com/0flpram4ks
— Chacotero (@ChacoteroPeru) June 15, 2023
La primera aparición en política de Linares se dio en 2013, cuando lideró sin éxito una campaña para revocar a la entonces alcaldesa de Lima, Susana Villarán, de izquierda y vinculada a sectores católicos progresistas.
En los últimos años, diversas noticias situaron a Linares cerca de la alianza religiosa conservadora más activa en Perú, Con Mis Hijos No Te Metas (CMHNTM), pero ese colectivo marcó distancias tras la denuncia.
“Linares no ha sido ni es vocero del colectivo CMHNTM sino de otro que él fundó, que no guarda relación con las iniciativas del colectivo CMHNTM. Las terribles y sensibles denuncias en su contra deben ser investigadas”, dijo en un comunicado ese grupo.
Antecedentes de abuso de Linares
No es la primera vez que el pastor es acusado de abusos sexuales. Antes, una mujer que hoy tiene 39 años declaró al semanario Hildebrandt en sus Trece que el pastor la violó cuando ella era adolescente y asistía al Templo Aposento de Dios, en la Iglesia Evangélica Pentecostal Misionera.
Los intentos de esa mujer por llevar el caso a los tribunales se frustraron por, según dice, falta de recursos económicos. De los supuestos abusos nació una niña que el pastor se niega a reconocer.
La hija de Linares, que narra que huyó de su casa cuando a los 17 años logró cierta capacidad para sobrevivir por sí misma, expuso en el programa de la periodista Juliana Oxenford el drama que vivió y que se mantiene latente.
“Me cuesta decirlo porque no lo he hablado. He tenido que recibir terapia psicológica y psiquiátrica. Los abusos se daban en los viajes que hacíamos porque éramos solamente él y yo, o en la bañera y en el cuarto”, señaló.
La socióloga y catedrática universitaria Lucía Alvites destacó que Linares “se oponía a la educación sexual en los colegios, una herramienta vital para que los niños y las niñas puedan buscar ayuda frente a abusadores como él”.
“La alianza de grupos evangélicos que se oponen a políticas públicas que buscan proteger a la infancia con el fujimorismo y otras expresiones políticas es de antaño. La responsabilidad de la inseguridad para nuestros niños y niñas la cargan sobre sus hombros”, agregó Alvites.
El vínculo entre la política y religión en Perú
Analistas afirman que la relación de esos grupos de origen religioso con grupos políticos es responsable en buena parte de que Perú sea uno de los países latinoamericanos con menos avances en directrices sociales.
En Perú, por ejemplo, no solo hay marcada restricción en las causales para aborto legal, limitadas a casos en que la vida de la madre está en riesgo, sino que incluso en esas situaciones hay aparente temor del Estado para actuar.
Así, la Organización de Naciones Unidas (ONU) determinó el jueves que Perú violó los derechos de una campesina de 13 años a la que se le negó el aborto terapéutico. La menor, violada por el padre, fue acusada por la Fiscalía porque al final tuvo un aborto espontáneo. Antes hubo casos similares, sobre todo en estratos muy pobres.
Para el ex ministro del Interior José Luis Pérez Guadalupe, sociólogo y magíster en Teología, el peligro no está sin embargo en que personas religiosas participen en política, sino en que no diferencien entre sus creencias y las necesidades nacionales y pretendan imponer normas.
“Yo (como católico) no puedo imponer que en Semana Santa nadie coma carne. O imagínate que los Testigos de Jehová ganen las elecciones y no haya transfusiones de sangre”, dijo Pérez Guadalupe, autor del libro Evangélicos y Poder en América Latina, en una entrevista con el diario La República.
La relación de esos grupos se da sobre todo con miembros de FP y otro partido de derecha, Renovación Popular, del alcalde de Lima y miembro del Opus Dei Rafael López Aliaga, pero también hay nexos con el partido de izquierda Perú Libre, en donde hay también firmes defensores del conservadurismo social.
Fuente Telam