Washington – En un hecho de fuerte impacto político, Hunter Biden, hijo del presidente estadounidense Joe Biden, llegó a un acuerdo con la Fiscalía para declararse culpable de varios cargos de evasión de impuestos y porte ilegal de un arma, según documentos judiciales dados a conocer ayer, después de cinco años de investigaciones.
El acuerdo prevé que Biden, de 53 años, admita errores en sus declaraciones de ingresos vinculadas a los ejercicios fiscales de 2017 y 2018 y, a cambio, la Fiscalía de Delaware acepte que quede en libertad condicional, por lo que evitaría ir a la cárcel.
De acuerdo con la acusación, el hijo del presidente no presentó sus declaraciones de impuestos a tiempo sobre ganancias de más de 1,5 millones de dólares para ambos años, por lo que debe más de 100.000 dólares en impuestos.
Hunter Biden también enfrenta una acusación por posesión de armas que se estima será desestimada si cumple con ciertas condiciones, según indicaron medios locales. En este caso, se cuestionaba que pudiese tener un arma pese a que era un adicto.
Si el juez avala el acuerdo, suscrito en una de sus partes por el fiscal David Weiss, nombrado por el expresidente Donald Trump en 2018, será el final del frente judicial abierto hace cinco años contra Hunter Biden, utilizado desde las filas republicanas contra el actual jefe de la Casa Blanca y precandidato a la reelección en lo comicios del año próximo.
Esta fue la primera vez que el Departamento de Justicia presentó una acusación contra el hijo de un presidente en ejercicio, destacó NBC News.
Decisiones
La administración de Biden había dejado a Weiss en el cargo para evitar que un fiscal designado por el mandatario llevara adelante el caso contra su hijo.
“El presidente y la primera dama aman a su hijo y lo apoyan mientras sigue reconstruyendo su vida. No tendremos más comentarios”, señaló la Casa Blanca en un comunicado.
El hijo menor del presidente demócrata -el mayor, Beau, murió en 2015 de cáncer de cerebro- describió sus problemas de adicción al alcohol y a las drogas en un libro publicado en 2021.
En esa publicación, Hunter Biden, exabogado y empresario convertido en artista, también aseguró que había dejado atrás sus adicciones.
Su abogado, Christopher Clark, indicó en un comunicado que “la investigación iniciada hace cinco años está resuelta” con el documento conocido ahora.
“Tengo entendido que la investigación de cinco años sobre Hunter está resuelta”, dijo Clark. “Sé que Hunter cree que es importante asumir la responsabilidad de los errores que cometió durante un período de agitación y adicción en su vida. Está deseando continuar su recuperación y seguir adelante”, añadió.
Clark explicó que el fiscal presentaría un cargo relacionado con armas de fuego contra su cliente, que estaría sujeto a un acuerdo de remisión previo al juicio, una alternativa que a veces se usa para permitir que los acusados eviten la prisión o una condena penal.
Respaldo
El presidente siempre apoyó públicamente a su hijo menor. Durante un acalorado debate con Trump previo a las elecciones de 2020, en las que obtuvo la victoria, dijo que estaba “orgulloso” de él.
Además, Biden ha rechazado las acusaciones de corrupción formuladas por la oposición republicana en el Congreso, que señaló a Hunter Biden por supuestos negocios irregulares en Ucrania y China mientras su padre era vicepresidente, durante el gobierno de Barack Obama.
“Mi hijo no ha hecho nada malo…”, sostuvo en una entrevista con la cadena televisiva MSNBC en mayo. “Confío en él”, subrayó el presidente, que buscará convertirse en el candidato demócrata para las elecciones del año próximo e ir por la reelección.
Por su parte, Trump, que enfrenta cargos federales por su manejo de documentos clasificados, entre otras causas delicadas, publicó un mensaje en su red Truth Social en el que cuestionó el acuerdo y aseguró que el sistema judicial está “roto”.
“El corrupto Departamento de Justicia de Biden acaba de limpiar cientos de años de responsabilidad penal al darle a Hunter Biden una mera ‘multa de tráfico’. Nuestro sistema está ROTO”, escribió el republicano, que por ahora es el favorito dentro de su partido para convertirse en el candidato presidencial para el año próximo.
La investigación de la Fiscalía contra Hunter Biden comenzó en 2018, durante el gobierno de Trump, en el marco de las pesquisas sobre sus relaciones comerciales internacionales, por el temor de que tuvieran implicaciones para la seguridad nacional.
Con el tiempo, la Justicia limitó su actuación a un análisis de su situación impositiva y de la compra de un arma.
Fuente Ambito