La tercera versión de “Nosferatu” llegará a los cines el año próximo

27 de noviembre 2023 – 00:00

Dirigida por Robert Eggers y con Bill Skarsgård como el vampiro, será la que más se aproxime al “Drácula” original.

nosferatu. Max Schreck como el conde Orloc (Drácula) en la película original de 1922 de F. W. Murnau.

nosferatu. Max Schreck como el conde Orloc (Drácula) en la película original de 1922 de F. W. Murnau.

Robert Eggers, director de “El hombre del Norte” (2022), “El faro” (2019) y “La bruja” (2015), terminó en Praga el rodaje de su apuesta más ambiciosa: un nuevo “Nosferatu”, que seguirá el modelo del original mudo de Friedrich Wilhelm Murnau (1922) y el de Werner Herzog (1978), que a su vez calcaba casi plano por plano el largometraje histórico. Un nuevo intento de darle vida en la pantalla a esta historia que, en su origen, plagió el texto de “Drácula” de Bram Stoker pero que, lejos de convertirse en algo vergonzante, fundó un género, tiene sus riesgos.
El nuevo film, cuyo estreno está previsto para el año próximo (en verdad, hubo un enorme retraso por culpa de la pandemia, ya que se deseaba lanzarlo en 2022, para el centenario de la película de Murnau) tiene guión del propio Eggers y será distribuido en el mundo por Universal Pictures.

En la nueva versión, el papel del conde Orlock (nombre que se le dio a Dracula) está interpretado por Bill Skarsgård (estrella de las dos partes de “It”), Lucy, que aquí se llamará Ellen, es Lily-Rose Depp; Mina, llamada Anna, es Emma Corrin, y su esposo Friedrich es Aaron Taylor-Johnson.

El libro de Eggers se aparta de ambas versiones de la película y se acerca más al original de Stoker, ya que no hay una única mujer obsesionada con el vampiro sino dos (eran Mina y Lucy en la novela). Willem Dafoe, quien trabajó en “El faro” con el mismo director, interpretará al profesor Albin Eberhart Von Franz, que será Van Helsing.

En verdad, la primera película sobre Drácula es un año anterior a “Nosferatu”. Fue el film húngaro mudo “La muerte de Drácula” (1921), aunque no seguía el argumento de la novela de Stoker. Dirigida por Karoly Lajthay, se centraba en las visiones de una mujer en un manicomio donde tenía un compañero de celda, el Conde Drácula, que puede ser real o sólo otra pesadilla. “Nosferatu” de Murnau fue la primera adaptación de la novela de Stoker, aunque al denegarse el permiso de la sucesión de Stoker para rodarla, se cambiaron los nombres de los personajes. El conde Drácula se convirtió en el conde Orlock (Max Schreck), Jonathan Harker en Thomas Hutter (Gustav von Wangenheim), Mina Harker en Ellen Hutter (Greta Schröder), Renfield en Knock (Alexander Granach) y Abraham Van Helsing en el profesor Bulwer (John Gottowt), que tenía un papel mucho menor al que desempeñó en todos los films de Drácula, sobre todo cuando lo interpretaba Peter Cushing.

El plagio de la novela, sin embargo, era inocultable, por lo que los productores de Murnau se vieron envueltos en problemás judiciales que terminaron logrando que la obra maestra del cine fuera un fracaso comercial. Para peor, se dictó un fallo judicial que ordenaba destruir todas las copias. Por suerte, algunas se conservaron, y eso permitió que sobreviviera un clásico de culto de todos los tiempos. A partir del centenario del film se sucedieron los homenajes. La galería berlinesa Scharf-Gerstenberg Collection montó la muestra “Phantoms Of The Night -100 Years Of Nosferatu” (“Fantasmás de la noche, 100 años de Nosferatu”) que analizaba desde todos los ángulos, no solo el cinematográfico, esta película tan inmortal como su monstruoso protagonista, que muchos entienden como la obra maestra del expresionismo alemán y que contó con otros grandes cineastas. como Fritz Lang (“M – El vampiro”, “Metrópolis”) y Robert Wiene (“El gabinete del doctor Calegari”). La exposición cobraba entrada, pero aquellos que querían donar sangre tenían ingreso gratuito. Un excelente recurso de las campañas solidarias para este tipo de donaciones. La muestra berlinesa iba mucho más allá del cine y si bien mostró todo el arte de afiches y del lanzamiento original de “Nosferatu”, asi como sus diferencias argumentales con la novela de Bram Stoker aludiendo a que el vampiro de Murnau, lejano de los latin lovers gardelianos como Bela Lugosi que vendrían más tarde, representaba de algún modo los prejuicios xenófobos e incluso antisemitas de la época. La exhibición también explica cómo había influido en Murnau la epidemia que había diezmado Europa al fin de la Primera Guerra Mundial, la llamada Fiebre española (que tanto se mencionó durante la pandemia del covid 19 como antecedente), de allí la presencia de material documental de ratas, hienas y hasta microbios tomados al microscopio que Murnau compaginó con la imagen del vampiro. Igual que otras obras maestras expresionistas que últimamente cumplieron 100 años, como la mencionada “El gabinete del Dr. Caligari” de Wiene (1919) y la muy imitada “Las tres luces o La muerte cansada” de Frtiz Lang, que por sus efectos especiales era muy vanguardistas para 1921 y fue inmediatamente copiada en Hollywood por Douglas Fairbanks y Raoul Walsh para su “Ladrón de Bagdad”. Algunos expertos se atreven a afirmar que hasta influyó en “La guerra de las galaxias” de George Lucas.

“Nosferatu” tuvo reestrenos, funciones especiales y reediciones en todo el mundo durante 2022, incluyendo exhibiciones en cines y hasta un flamante blue ray israelí, aunque la pobreza cultural del streaming queda siempre en evidencia por su negación a todo tipo de cine clásico, ni hablar de las obras maestras del cine mudo. Más allá de la fuerza plástica y la originalidad visual del “Nosferatu” de Murnau hay algo que está claro y es la atracción que en el público de todas las épocas ejerce el personaje de Drácula y los vampiros en general, al punto de que el Conde de Stoker sigue siendo uno de los personajes más filmados de la historia del cine junto a Tarzán y a Sherlock Holmes.

En 1978, como se dijo antes, Werner Herzog dirigió una obsesiva recreación de casi cuadro por cuadro del “Nosferatu” de F. W. Murnau, protagonizada por Klaus Kinski, Bruno Ganz e Isabelle Adjani. En 2000. E. Elias Merhige dirigió el film “La sombra del vampiro”, una versión fantástica del “making” de “Nosferatu” que postulaba que su actor original, Max Shreck (interpretado por Willem Dafoe), era un vampiro auténtico que hacía de Murnau (John Malkovich) una de sus víctimas. Eso se inspiraba en los datos biográficos casi nulos que hay de Shreck en la historia del cine. En 2020 apareció un nuevo “Nosferatu”, pero animado.

Fuente Ambito

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