La Cámara de Diputados de Brasil ratificó el proyecto que había avanzado en el Senado y que contaba con el apoyo del Presidente.
Un nuevo triunfo político de Lula da Silva, a menos de un año de su asunción. El presidente de Brasil consiguió el acompañamiento de ambas cámaras parlamentarias y así alcanzó la aprobación de la reforma tributaria, que representa la primera modificación del sistema impositivo de la primera economía latinoamericana en los últimos 58 años.
Con 365 votos a favor, de los 308 necesarios, los diputados aprobaron la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC), luego de las modificaciones realizadas sobre el proyecto inicial -que la misma Cámara había avalado en julio del 2023- por los miembros del Senado, el pasado mes de noviembre.
“Brasil maduró. Necesitaba enfrentar esa agenda, que es la más importante de las reformas porque organiza todo el sistema productivo”, manifestó luego de la votación el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, que consideró que esta modificación “pone a Brasil alineado con lo más moderno del mundo“.
Reforma tributaria en Brasil: qué dice el impuesto de Lula a los multimillonarios
El texto cambia una serie de leyes, entre ellas el Código Civil, para poder aumentar las tasas que se cobran sobre fondos exclusivos, como son conocidos los fondos de inversión personalizados para personas de altos ingresos, y sobre las aplicaciones financieras en offshores. Anteriormente, la tributación se producía cuando el beneficio obtenido de inversiones en el exterior se transfería a personas físicas en Brasil pero no si se mantenían fuera del país. A partir de ahora, con la nueva ley, la tributación se realizará una vez al año, el 31 de diciembre, y será del 15%.
Los contribuyentes individuales tendrán que declarar por separado los ingresos del capital invertido en el extranjero, ya sean inversiones financieras, ganancias o dividendos de entidades controladas. Según la nueva ley, estos fondos se gravarán dos veces al año, cada seis meses. De acuerdo con cálculos del Congreso, hay 2.500 brasileños con recursos en los fondos exclusivos, que requieren como mínimo una inversión de U$S 2 millones para ingresar.
En simultáneo, fusiona cinco impuestos sobre el consumo en uno: el Impuesto sobre el valor añadido (IVA), que se desdoblará en un tributo federal y otro estatal. Se prevé que esta tasa se acerque al 27% del precio del producto, lo que la convertiría en una de las más altas del mundo.
Al mismo tiempo, reduce las alícuotas en sectores como salud, educación y artículos de la canasta básica. Se ofrecerán incentivos impositivos a industrias que favorezcan a la transición energética y el cuidado ambiental, como los fabricantes de vehículos eléctricos y alimentados con biocombustibles.
Fuente Ambito
