Miles de personas se movilizaron en la Ciudad de Buenos Aires contra el cierre del Fondo Nacional de las Artes (FNA) y los distintos artículos de la Ley Ómnibus que avanzan contra fuentes de financiamiento o facultades de instituciones históricas de la cultura Argentina.
La marcha se dio en el microcentro porteño y se concentró en las sedes del FNA y el Instituto Nacional del Teatro, ente que también podría cerrarse de aprobarse el proyecto de ley presentado por Javier Milei. Una vez allí, los manifestantes leyeron un documento que rechaza la derogación del Fondo, ente autárquico creado en 1958 y que cuenta con una planta de 120 trabajadores.
El FNA se financia a través del dominio público pagante (DPP), que se cobra por las obras una vez vencido el plazo de protección del derecho de autor. Además, obtiene ingresos por las tasas y multas de la Ley de Propiedad Intelectual Número 11.723 e intereses de préstamos, aportes extraordinarios y títulos. A partir de allí, financia proyectos de músicos, artistas plásticos, cineastas, actores, fotógrafos, escritores, bailarines, artesanos, arquitectos y diseñadores que se consideran de interés cultural y social.
La Ley Ómnibus contra la cultura
Una particularidad fue la que sufrió el director y productor Mariano Stolkiner, cuando por la tarde supo que el Instituto Nacional de Teatro, el INT, donde había sido designado como director por Javier Milei y en cuyo funcionamiento venía interiorizándose, tampoco sobrevivirá en caso de aprobarse el artículo 587 del proyecto. Stolkiner decía ayer ante la consulta periodística: “Mi posición es que la ley 24800 no se puede derogar. Una cosa es generar ajustes, otra es volarlo del mapa”.
Por otra parte, el INCAA continúa en vigencia pero su Fondo de Fomento Cinematográfico quedaría constituido sólo por “un impuesto equivalente al diez por ciento aplicable sobre el precio básico de toda localidad o boleto ,y con los recursos que defina el Presupuesto Nacional”. Esto deja de lado la ley 17.741 para sostener las políticas de fomento con el 25 por ciento “de las sumas efectivamente percibidas” por el Ente Nacional de Comunicaciones sobre los tributos de la Ley 26.522.
El Instituto Nacional de la Música (INAMU), creado en 2012 a través por la Ley 26.801, también limita sus fondos a los que “asigne la Secretaría de Cultura de la Nación u organismo que en el futuro la reemplace, dentro del Presupuesto General de la Nación”.
A este panorama hay que sumar el proyecto de derogación de la Ley 25.542 que establecía que los editores, importadores o representantes de libros deberán fijar un precio uniforme de venta al público o consumidor final de los libros que edite o importe. Ayer sumó a última hora su alarma la Fundación El Libro, organizadora de la Feria del Libro, que manifestó “su absoluto rechazo a los proyectos de derogaciones de leyes fundamentales para el funcionamiento del admirado sistema cultural argentino, como la Ley de Defensa de la Actividad Librera (25.542)”.
La artista Marta Minujín respaldó su apoyo al Fondo Nacional de las Artes
En su cuenta personal de Instagram, la consagrada artista plástica Marta Minujín se manifestó en contra del proyecto de ley y aseguró que “es tremendo que lo cierren. Es serruchar la cultura. Y este país tiene que vivir de la cultura”.
El Poder Ejecutivo Nacional propone, entre otras reestructuraciones, el cierre del Fondo Nacional de las Artes (FNA), creado por el decreto/ley 1224 de 1958. Minujín, artista pionera y vanguardista que comenzó su carrera en 1963 con su obra “La destrucción” se preguntó “¿Qué hubiese sido yo en mis comienzos sin esos préstamos que me permitieron llegar a París, recorrer los grandes museos y aprender mirando?”.
Fuente Ambito