Natalie Portman escarba en la trastienda de una relación prohibida

3 de marzo 2024 – 00:00

“Secretos de un escándalo”, de Todd Haynes, se basa en un caso real ocurrido en los 90 en EE.UU., cuando una maestra de 34 años sedujo a un alumno de 12. Buen coprotagónico de Julianne Moore.

Natalie Portman y Julianne Moore en Secretos de un escándalo, de Todd Haynes

“Secretos de un escándalo”, “May December” en el original, es el nuevo film de Todd Haynes con Julianne Moore (con quien ya había trabajado en películas como “Lejos del cielo”, que trataba otro tipo de escándalo) y Natalie Portman. El título original alude a la relación entre una persona joven y otra más grande, por lo de primavera (mayo) e invierno (diciembre), en el hemisferio norte, claro. Sólo que, en el caso del film, más que de una relación asimétrica en edad, se trata de un delito contra un menor: cuando ocurrieron los hechos ella tiene 36, y el chico 13.

La historia está libremente basada en un caso real, que durante años alimentó la tapa de los diarios amarillos, el de la docente Mary Kay Letourneau, quien a mediados de los 90, a los 34 años y siendo maestra, sedujo a uno de sus alumnos de 12. Fue juzgada, condenada, y en la cárcel allí nació una hija, fruto de ese vínculo. Posteriormente, puesta en libertad con la prohibición judicial de no seguir viendo a su ex alumno, volvió a involucrarse con él, regresó a la prisión y tuvo una segunda hija. La tercera vez, siendo él ya mayor de edad, se casaron y convivieron 14 años. Se separaron dos años antes de la muerte de ella, a causa de un cáncer.

La aproximación de Haynes al delicado asunto deja de lado lo que intenta subrayar el título en español: el escándalo existió, pero en el pasado, y ahora Gracie, el nombre en la ficción del personaje (Moore) vive “feliz” junto a su esposo Joe (Charles Melton), el chico de entonces, que tiene la edad que tenía ella cuando ocurrieron los hechos. Son padres de tres hijos, aunque la familia se completa con los hijos anteriores del matrimonio de ella, el ex marido, y el padre de Joe. Por supuesto, las relaciones no son óptimas, más bien todo lo contrario.

Como si el delito cometido por la mujer no fuera lo suficientemente grave, el tono elegido por el relato oscila entre el drama psicológico, amoroso, e, inclusive, por momentos, la comedia. Eso no es raro en el cine, y mucho menos antes que ahora, cuando la sensibilidad para ciertos temas ha cambiado: no hay más que recordar la famosa “Verano del 42” (1971), en la que Jennifer O’Neill seducía a un adolescente de 16 y a nadie le llamaba la atención, al igual que tantas películas italianas como “Malizia” (1973), para mencionar sólo dos títulos de los muchos que se han hecho sobre la iniciación sexual, cosa que se vuelve insoportable cuando los géneros se invierten.

El twist que vuelve “Secretos de un escándalo” más original que cualquier narración “escandalosa” es la aparición de una actriz, Elizabeth Berry (Portman) que llega en el presente a la casa familiar, con el permiso del matrimonio, para interiorizarse en la intimidad de ellos con el fin de filmar luego una película. Elizabeth Interpretará a Gracie, y llega para conocer los recovecos de la historia entre ambos.

La investigación de Elizabeth es lo mejor de la película: por lo que descubre, por lo que oculta, por la parte en la que se identifica con su “personaje de referencia”, y hasta por la lucha de poder, y hasta la velada seducción, que se establece entre ambas, al punto de llegar a un final no previsible, y realmente bien pensado.

Un apunte, no menor, que hace de “Secretos de un escándalo” una película original, aunque no en el mejor de los sentidos, es la utilización de la banda de sonido de otra película como si fuera propia. Esto no tiene antecedentes. No es una cita, ni una referencia ni nada que se le parezca: el músico del film, Marcelo Zarvos, se apropió de la partitura de Michel Legrand para “El mensajero del amor” (“The Go-Beetween”, 1972), aunque de manera explícita, figura en los créditos y la producción pagó los royalties a los herederos del famoso compositor.

Siempre ocurre algo nuevo: el espectador puede estar cansado ya de escuchar en 3 de cada 10 series de época de Netflix “Las cuatro estaciones” de Vivaldi, o el “Adagietto” de la Quinta de Mahler desde que lo usó por primera vez Visconti en “Muerte en Venecia”, pero que una película nueva emplee como banda de sonido principal la de otra película es insólito.

“Secretos de un escándalo” (May December, 2023). Dir.: Todd Haynes. Int.: Julianne Moore, Natalie Portman, Charles Melton.

Fuente Ambito

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