Coronavirus en el mundo: un gigante del alquiler de autos no resiste la paralización del turismo y pide la quiebra

La empresa de alquiler de vehículos Hertz solicitó protección por bancarrota ante su incapacidad financiera para resistir los embates del coronavirus, pandemia que paralizó los viajes a nivel global y, en efecto,

también el negocio de la endeudada compañía, que operaba en el rubro desde hace 102 años.

Los acreedores de la empresa con sede en Florida, Estados Unidos, resolvieron no concederle a la empresa una nueva extensión a sus pagos de deuda. Así, con el último plazo estipulado ya vencido (caducó este viernes 22 de mayo), la firma presentó sus documentos ante una Corte Federal de Bancarrotas en Delaware.

Hasta fines de marzo, Hertz Global Holdings Inc. acumulaba una deuda de más de 24.000 millones de dólares y sólo contaba con 1.000 millones disponibles. Desde mediados de ese mes, la compañía se quedó sin ningún ingreso debido a la paralización de viajes a causa de la irrupción del COVID-19 en la escena mundial.

En abril dejó de efectuar pagos. Hertz (cuyas marcas de alquiler de vehículos incluyen Dollar y Thrifty) también tuvo dificultades administrativas, que quedaron en evidencia el pasado 18 de mayo con el nombramiento de Paul Stone, su cuarto director general en tan solo seis años.

Una vista de algunos vehículos inactivos de la empresa, que despidió a 12 mil trabajadores y les dio licencia a otros 4 mil.

“Ningún negocio está hecho para captar cero ingresos”, aseguró Kathryn Marinello, la ex directora general, durante una teleconferencia el pasado 12 de mayo, haciendo clara referencia a las entradas de dinero de la empresa en el primer trimestre.  “Las reservas de las compañías pueden sostenerlas sólo por cierto tiempo”, añadió.

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Hertz despidió a 12.000 trabajadores, puso en licencia a otros 4.000, redujo la adquisición de vehículos en un 90% y canceló todos los gastos no esenciales a fines de marzo, cuando la pandemia ya se hacía sentir en todo el mundo. Con esas medidas, la compañía apuntaba a ahorrarse 2.500 millones de dólares por año.

En Los Ángeles, los autos de Hertz permanecen estacionados desde que se frenaron los viajes.

Sin embargo, esos recortes no fueron suficientes para salvar a Hertz, que fue fundada en 1918 por Walter L. Jacobs e inicialmente bajo el nombre de Rent-A-Car Inc., hasta que en 1923 fue vendida a a John D. Hertz.

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Cabe destacar que, según un comunicado oficial de la empresa, la firma y sus subsidiarias continuarán funcionando ya que las principales regiones internacionales donde Hertz opera y los lugares donde tiene franquicias no están incluidas en la solicitud de apoyo por quiebra.

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