La relación de los políticos españoles con el inglés siempre ha sido tormentosa y esta semana ha dejado un nuevo capítulo para olvidar. Carlos Galiana (Sagunto, 1974) se hizo viral el pasado
jueves cuando defendió la candidatura de Valencia como Capital Europea de la Innovación fingiendo un discurso mientras -aprovechando que llevaba mascarilla- era doblado por otra persona con un inglés exquisito. Una simulación con la que se pretendía evitar ante la Comisión Europea algo parecido al famoso «relaxing cup of café con leche» de Ana Botella -que el propio edil de Compromís criticó en su momento- ante su bajo dominio de la lengua de Shakespeare, pero que terminó siendo un arma de doble filo en las redes sociales. Sus compañeros en el Ayuntamiento de la capital -gobernado en coalición con los socialistas- se han visto abrumados por la dimensión que ha alcanzado el asunto, incluso en la prensa internacional, en lo que califican como una decisión errónea tomada a la ligera por la que el propio edil ya ha pedido disculpas. Sin embargo, las imágenes siguen generando comentarios a cuenta de la actuación de Galiana, titulado en Arte Dramático y que incluso ha ejercido como profesor de interpretación. De hecho, toda su carrera profesional ha estado muy vinculada a la producción teatral, como responsable de espectáculos que han viajado a Reino Unido, Francia y China. Eso sí, también se le ha podido ver en pequeñas apariciones en películas españolas como «The Pelayos» o «Mil cosas que haría por ti», además de en la serie «Gavilanes», adaptación que realizó Antena 3 de la famosa telenovela colombiana. De las tablas a la política Galiana dejó a un lado su faceta artística cuando dio el salto a la política local en 2015 como miembro del Gobierno de Joan Ribó tras 24 años con Rita Barberá al frente del consistorio valenciano. Desde entonces se le ha conocido por su gestión como concejal de Comercio. Incluso protagonizó un programa de televisión para promocionar los mercados de proximidad de la ciudad en el que se le podía ver comprando cada sábado con algún invitado y ejerció como modelo para una campaña relacionada con el mismo sector. Justo antes de que la pandemia obligara a suspender las Fallas, Galiana asumió las competencias de Cultura Festiva y se convirtió en la cara visible de las fiestas por excelencia de la ciudad tras el procesamiento de su compañero de partido Pere Fuset. Un cargo que le llegó en un momento muy complicado por la crisis del Covid-19, pero cuyos flecos el edil conoce a la perfección al estar muy ligado al mundo de las Fallas. Este giro en su trayectoria política, que implica, además, una mayor exposición mediática, coincide con un momento personal muy especial. Planes de boda Si la pandemia no trastoca sus planes, el edil tiene previsto casarse con su novio a finales de año. Galiana aprovechó el cumpleaños de su pareja para sellar el compromiso tras más de tres años de relación con una pedida de mano sorpresa. Pese a que fue Lovaina la elegida para el título que disputaba Valencia, Galiana y su equipo, lejos de derrotismos y de peticiones de dimisión, ya han anunciado que lo volverán a intentar en 2021.
FUENTE DIARIO ABC: